Por María Josefina Arce

Con un panorama marcado por la violencia y la pobreza, con el 60 por ciento de la población viviendo en la miseria, se celebrarán el próximo día 26 las elecciones generales en Honduras, un proceso rodeado de gran incertidumbre.

La gran expectativa en estos comicios es la aspiración del actual presidente Juan Carlos Hernández, del Partido Nacional, de ser reelegido, una posibilidad que no está avalada por la Constitución del país centroamericano.

Sin embargo, en 2015 la Sala Constitucional dio lugar a un recurso presentado por un grupo de diputados oficialistas para declarar improcedente la prohibición. La oposición considera que este órgano jurídico carece de atribuciones para modificar la Constitución y que está bajo control del Ejecutivo.

Recordemos que para retornar al poder la derecha en junio de 2009 promovió un golpe de estado contra el primer mandatario Manuel Zelaya, utilizando como pretexto sus intenciones de hacer una consulta popular para reformar la Constitución y permitir la reelección presidencial.

Pero el actual presidente esta dispuesto a mantenerse al frente del país, a pesar de haber sido incapaz, durante estos años de diseñar una política económica que atienda las necesidades más urgentes de los hondureños.

Para impedir la victoria del oficialismo, varios partido de la oposición han unido sus fuerzas y designado un candidato único. Es así que el Partido Libre decidió hacer una alianza con Unidad Social Demócrata y el Innovación, nombrando como candidato a Salvador Nasralla.

El tercer candidato a la presidencia es Luis Zelaya, del Partido Liberal y profesor universitario.

Entretanto, se ha puesto en entredicho la legalidad del Tribunal Supremo Electoral y al Registro Nacional de las Personas por no contar con la actualización del Censo Nacional Electoral, el cual, según denuncias, mantiene hábiles a casi un millón de fallecidos.

Por demás, el opositor Partido Liberal ha señalado que la empresa “Mapa Soluciones”, encargada de la transmisión de datos del Tribunal Supremo Electoral, está relacionada con el gobernante Partido Nacional, levantando más dudas sobre el órgano regidor de las elecciones.

Con este panorama, más de seis millones de hondureños están habilitados para que el próximo 26 de noviembre elijan un presidente, 128 diputados, 298 alcaldes y 20 representantes al Parlamento Centroamericano

Propuestas concretas y elecciones transparentes pide la mayoría de los hondureños, que han visto como en los últimos años se han ahondado las diferencias en un país que, el gobierno alega crece económicamente, pero que cada día es más desigual y mantiene en la pobreza a gran parte de la ciudadanía.