Por María Josefina Arce
Durante más de tres décadas Cuba estuvo al lado del pueblo puertorriqueño en su batalla por la liberación del luchador Oscar López Rivera, preso en cárceles norteamericanas por casi 36 años. Por eso su presencia en suelo cubano no es solo un viejo sueño del independentista boricua, sino una satisfacción y también un anhelo de los cubanos.
En estos días López Rivera se ha fundido en un fuerte abrazo con todos los cubanos, que lo ha acogido con cariño y orgullo de contar entre ellos con un hombre que ha sido ejemplo de valentía, dignidad, resistencia y amor por su tierra, por cuya independencia ha luchado incansablemente.
Múltiples han sido las actividades del independentista boricua en Cuba, donde recibió el reconocimiento La Utilidad de la Virtud, máxima distinción que entrega la Sociedad Cultural José Martí, a personalidades e instituciones destacadas en la lucha por la defensa de Nuestra América.
No podía faltar el homenaje al Guerrillero Heroico Ernesto Che Guevara, en el Mausoleo que guarda sus restos en Santa Clara. Allí visiblemente emocionado manifestó su admiración y respeto por el médico argentino-cubano, el cual, afirmó, es un paradigma de luchador por las causas justas.
En el libro de visitantes escribió: «El Che vive en este corazón boricua y espero viva en las mentes y corazones de todos los amantes de la justicia que hoy luchan por un mundo mejor y más justo. Que viva el Che, que viva la Revolución Cubana, que viva Puerto Rico libre, que viva Fidel».
Al concluir la visita al Complejo Escultórico Ernesto Che Guevara, recibió López Rivera el Escudo de Armas de Villa Clara representado en cerámica, y que la Asamblea Provincial del Poder Popular entrega a personalidades con una destacada trayectoria política, profesional, laboral o social.
Momentos inolvidables ha vivido en estos días López Rivera, a quien los duros años de cárcel, incluso en aislamiento, no han podido sesgar su decisión de continuar luchando por la independencia de Puerto Rico, colonia de Estados Unidos desde 1898.
Pero quizás uno de esos momentos más emotivos y que quedarán para siempre en el corazón del luchador puertorriqueño fue su sentido homenaje al líder histórico de la revolución cubana, Fidel Castro. En el cementerio Santa Ifigenia, en la oriental provincia de Santiago de Cuba, tuvo López Rivera un encuentro con la historia.
Primero depositó flores ante los monumentos a Mariana Grajales, Madre de la Patria; Carlos Manuel de Céspedes, Padre de los cubanos, y a José Martí, el Héroe Nacional, de quienes exaltó su capacidad de entrega y altruismo en pos, no solo de su tierra, sino también de la humanidad toda.
Posteriormente ante el monolito donde descansan las cenizas de Fidel Castro, manifestó el luchador independentista que en su corazón, el Comandante Fidel Castro Ruz vive y será un ejemplo para el resto de su vida… Siento gran admiración, respeto y amor por Fidel, siempre estará conmigo y hasta el último suspiro yo quiero luchar”.
“Si hay una nación que ha cumplido con el deber de la solidaridad, esa es Cuba. Y ese deber nació con la Revolución cubana, con el Comandante en Jefe Fidel Castro”, ha expresado durante su visita a la Mayor de las Antillas.
Gratos recuerdos y momentos de gran emoción se llevará celosamente guardados en su corazón el independentista puertorriqueño Oscar López Rivera cuando regrese a su Patria, pero sobre todo se llevará el amor y el cariño del pueblo cubano, que liderado por Fidel Castro, también libró una intensa batalla por su justa liberación.
