Por: Guillermo Alvarado
Violentos enfrentamientos entre fuerzas de seguridad y miles de manifestantes están a la orden del día en Argentina, donde el clima de confrontación entre el gobierno y la población, que ve desaparecer día a día sus derechos y calidad de vida, es cada vez más tenso y complicado.
En una acción de violencia poco común, el cuerpo de seguridad del Congreso de la República trató de impedir el acceso al recinto a cientos de jubilados que pretendían participar en el debate de una reforma que reducirá sustancialmente sus ingresos, las asignaciones universales por el número de hijos y las pensiones para discapacitados y veteranos de la guerra de Las Malvinas de 1982.
La grave crisis social que vive la nación austral desde el inicio del gobierno de Mauricio Macri se revela en un drástico aumento de la pobreza y la extrema pobreza, índices que habían retrocedido durante las administraciones de Nestor Kirchner y Cristina Fernández.
De acuerdo con diversas encuestas existen en estos momentos 13 millones y medio de personas que no alcanzan a satisfacer sus necesidades básicas de alimentación, vestido, vivienda y salud, y de ellos dos millones 300 mil están en la total indigencia.
Si se aprueba este proyecto impulsado por Macri con el pretexto de reducir el gasto social y mejorar la economía estatal, la situación será mucho más grave y se pondrá en riesgo a un sector muy vulnerable, que es el de las personas mayores que viven de una pensión.
El dirigente gremial Sergio Palazzo criticó las políticas del actual gobierno y dijo que en Argentina se roba a los más pobres para que los ricos tengan más dinero. Aseguró que de aprobarse esta reforma, el impacto sería nefasto para la población.
Buenos Aires también se vio estremecida por la represión policial contra una marcha pacífica que recorría un tramo céntrico de la urbe para protestar contra la cumbre de la Organización Mundial del Comercio, que realizó su reunión bianual en ese país.
Testigos afirmaron que se desplegó una cantidad no vista desde la época de la dictadura militar de camionetas de la policía, motocicletas y carros con cañones de agua que se utilizaron para dispersar a los que participaban en la protesta.
La acción policial impidió a los manifestantes llegar al lugar donde hasta la víspera estuvieron reunidos los representantes de los 163 países que forman la OMC.
Otro factor de tensión en Argentina está relacionado con la desaparición del submarino San Juan, con 44 tripulantes a bordo, que este viernes cumplirá un mes de haber roto contacto con su base y aún se ignoran las causas de la tragedia.
Los familiares de las víctimas exigen a la armada y al gobierno de Macri que continúen las investigaciones hasta obtener una respuesta creíble de lo ocurrido y se puedan recuperar los cuerpos de los marineros.
Se espera, pues, un tenso fin de año en un país donde se aplican de nuevo las recetas neoliberales que provocaron ya una gran revuelta social que dio al traste con la presidencia de Fernando de la Rúa, justamente en diciembre de 2001, una lección no aprendida por la derecha.