Por María Josefina Arce
Importantes temas del acontecer nacional e internacional debatieron durante dos días en La Habana las diez Comisiones de Trabajo del Parlamento cubano como es habitual antes de la sesión plenaria de este jueves del órgano legislativo, correspondiente al Décimo Período Ordinario de Sesiones de la Octava Legislatura.
Uno de los aspectos que centró la atención de los diputados fue el trabajo que se realiza en el sector del turismo, uno de los motores impulsores de la economía cubana y que ha registrado un considerable impulso en los últimos años.
Cuatro millones de personas visitaron a La Mayor de las Antillas en el pasado año, cifra récord y que superó en un 13 por ciento al número de turistas de 2015.
En el presente año ese sector ha mantenido esa dinámica y a pesar de los eventos meteorológicos que afectaron duramente al archipiélago, ha continuado afianzándose como de los que más tributa a la economía cubana.
Es así que el 2017 concluirá con 4 millones 700 mil visitantes foráneos, un 11,9 por ciento más de lo planificado. Pero las autoridades están empeñadas en que un mayor número de personas viajen al archipiélago y conozcan más de su realidad, su historia y su cultura.
Por eso de acuerdo con el ministro cubano del ramo Manuel Marrero existe la aspiración de llegar en 2018, por vez primera, a cinco millones de visitantes extranjeros, así como obtener un aumento de los ingresos en el sector turístico.
En esta meta influirá el trabajo que se realiza para aumentar la calidad y diversificación de las ofertas, pues Cuba es mucho más que playa y sol. La Mayor de las Antillas además de tener a su favor la seguridad que se respira en sus calles y el trato afable de sus habitantes, tiene un valioso tesoro en su historia y tradiciones.
A esto se suma el empeño de las autoridades por desarrollar el turismo de salud, una alternativa de mucha demanda en estos tiempos en el ámbito internacional.
De hecho el país es un destino turístico de excelencia para todos, pero en especial para el adulto mayor por la tranquilidad, las bondades de su clima y la calidad de su sistema de salud, reconocido a nivel mundial.
Esta opción, junto a otras como la de naturaleza, la náutica y los circuitos, permiten complementar la oferta de sol y playa, bien posicionada en el mundo.
También se ha registrado un crecimiento en la actividad de cruceros. De hecho al cierre de este año la nación caribeña atenderá a más de 380 mil viajeros vía puertos desde Estados Unidos, Europa y otras regiones del planeta, a bordo de estas embarcaciones.
Se espera que esta opción siga incrementándose, pues en noviembre pasado en el encuentro en La Habana de las autoridades cubanas del sector con la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros y la Asociación de Cruceros de la Florida y el Caribe, los principales directivos de esa modalidad en el mundo coincidieron en su gusto por el archipiélago, sobre todo los estadounidenses.
La mayoría de los directivos encuestados por la prensa tuvieron una misma respuesta, la necesidad de estrechar más los vínculos, y el propósito de seguir los viajes pese al recrudecimiento de medidas prohibitivas de parte de la administración del presidente norteamericano Donald Trump.
Es un hecho que cada vez más Cuba se afianza como un destino de preferencia en el Caribe, lo que hace prever un sostenido crecimiento en el futuro de este sector, calificado como estratégico en las profundas transformaciones que tienen lugar en el país, en aras de elevar el bienestar de todos los cubanos, un objetivo esencial de la revolución.