Por: Roberto Morejón
El proceso de elecciones generales en Cuba tuvo un momento de relieve cuando las asambleas municipales del Poder Popular aprobaron las candidaturas de delegados a los órganos de gobierno provinciales y de diputados al parlamento.
Fue una jornada analítica al examinar las juiciosas propuestas presentadas por las comisiones de candidaturas.
Esos equipos NO son impuestos porque, como establece la Ley Electoral, se crean para elaborar y mostrar los proyectos de aspirantes a cargos principales, en representación de las organizaciones de masas, a las que pertenecen los ciudadanos.
O sea, las comisiones de candidaturas consultan sus sugerencias con centenares de personas, incluyendo los delegados del Poder Popular, propuestos y electos por las masas, y también integrantes de los órganos de gobierno municipales.
La última palabra sobre las propuestas la tendrán los electores de la nación en la consulta del 11 de marzo, otro momento crucial de la democracia participativa cubana.
Debemos destacar que las personas avaladas por las asambleas municipales provienen hasta 50 por ciento de los delegados de circunscripción electos a fines de 2017.
Ellos integran, junto a otros hombres y mujeres valiosos, la cantera para elegir la Asamblea Nacional del Poder Popular o parlamento, principal instancia del Estado que determina la membresía del Consejo de Estado.
Por este camino, los cubanos avanzan hacia la consumación del objetivo de que sean esencialmente los mejores y más instruidos quienes ejerzan el altísimo encargo de dirimir las decisiones primordiales del país.
Como se ha puesto de relieve desde la constitución del Poder Popular, Cuba instrumenta el principio de que el pueblo postula y también elige, y así se evidenciará nuevamente el 11 de marzo.
Como resultado de esa votación un nuevo parlamento se encargará de instrumentar una agenda culminante.
En efecto, la Revolución Cubana se aboca a completar un período significativo, pues la alta dirección histórica dará paso a nuevas generaciones, como parte de un proceso en total sosiego.
Además, por fortuna están ausentes campañas corrompidas pagadas por intereses corporativos y aspirantes promovidos por camarillas que suelen prometer mucho e incumplir todo.
Aquí es determinante la exposición de las biografías en lugares públicos y en igualdad para todos los aspirantes a ocupar los órganos de gobierno provinciales y las diputaciones al parlamento.
Las elecciones generales transcurren de acuerdo a lo previsto y allanarán el camino con vistas a impulsar las transformaciones estructurales preconizadas por los cubanos, y NO las que pretende endosar Occidente para el regreso del capitalismo.