Por María Josefina Arce.
Toda Cuba quedará iluminada este sábado, cuando multitudes portando antorchas recorran las principales calles de las distintas provincias del país y de La Habana para rendir tributo al más universal de los cubanos, el Héroe Nacional José Martí.
Con el lema “Con la luz de sus ideas”, cubanos de todas las edades protagonizarán la tradicional marcha de las antorchas del 27 de este mes, en vísperas del nacimiento del hombre que el histórico líder de la revolución cubana, Fidel Castro, tuvo como guía en su lucha constante por el bienestar de todo el pueblo y de sus hermanos latinoamericanos y caribeños.
Fueron muchos los aportes de Martí al pensamiento revolucionario cubano, como palpable es la vigencia de sus ideas en la Revolución. Su independentismo, antimperialismo, humanismo y latinoamericanismo han caracterizado el accionar de Cuba desde enero de 1959.
Como bien afirmara el teólogo brasileño Frei Betto, vería Martí en la Revolución Cubana que su sacrificio no fue en vano. Su lucha echó raíces que florecieron en el proyecto de soberanía y liberación nacionales, con una expresiva resonancia internacionalista, llevada a cabo por el pueblo cubano en las últimas décadas.
Su pensamiento fue la savia que nutrió a los jóvenes que con su sacrificio y entrega hicieron posible que hoy los cubanos tengamos una Patria libre y soberana, que sea orgullo y ejemplo para muchos en el mundo.
A Martí le cabe además el mérito de haber fundado el Partido Revolucionario cubano, que fue la simiente del Partido Comunista. “Podemos ver el precedente más honroso y más legítimo del glorioso partido que hoy dirige nuestra Revolución”, diría Fidel Castro sobre la organización política creada por el apóstol en el exilio.
Desde Nueva York, donde viviría 15 años, tendería puentes, y construiría alianzas entre emigrados y otros patriotas para forjar la libertad de la Patria. Legaría un ejemplo imperecedero de austeridad, integridad y patriotismo.
En esa ciudad norteamericana daría vida a una parte importante de su obra, imprescindible como fuente de conocimientos y de consulta para todas las generaciones de cubanos.
Fue tal su actividad en territorio norteamericano y en especial en Nueva York, que en esa ciudad desde donde tanto luchó por Cuba, su presencia se encuentra en uno de sus lugares más concurridos y emblemáticos: el Parque Central.
Allí una estatua ecuestre de Martí, recuerda al cubano de proyección universal, al hombre de su tiempo, pero también de estos tiempos.
Ahora como un merecido homenaje será inaugurada oficialmente este domingo en La Habana una réplica de la estatua original enclavada en el Parque Central de Nueva York, como resultado de incansables gestiones de las autoridades cubanas, en especial del Historiador de la Habana, Eusebio Leal, y del apoyo de personalidades e instituciones norteamericanas.
Será una jornada especial, en la que estarán presentes muchos norteamericanos, y en la que estará latente el tributo del pueblo al apóstol, al maestro, al hombre que puso toda su sabiduría al servicio de su Patria y que nunca cejó en su empeño de verla libre e independiente.
Y será también una muestra de amistad entre dos pueblos, Cuba, que lo vio nacer y por la cual murió, y Estados Unidos, que lo acogió en su seno en el exilio, cuando hay quienes desde el norte intentan dividirlos e impedir un acercamiento entre las dos naciones.
