Perucho en el alma de la patria cubana

Editado por Maite González Martínez
2018-02-19 07:27:43

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Por: Roberto Morejón

Los cubanos evocan con admiración y respeto la figura de Pedro Figueredo Cisneros, conocido como Perucho Figueredo, por el bicentenario de su nacimiento y ser insigne independentista contra la Corona española.

El hacendado y libertador anticolonialista fue el autor del Himno Nacional, incursionó en diversas manifestaciones del arte y organizó acciones combativas.

Procedente de una familia sumada al proceso redentor, Perucho se distinguió en la oriental ciudad de Bayamo por sus aportes culturales y políticos, aliviar las condiciones de vida de los esclavos y titularse como abogado.

Después de iniciar amistad con Carlos Manuel de Céspedes, el Padre de la Patria cubana, comenzó a participar en actividades calificadas como de infidelidad por el régimen colonial español.

Tras un encarcelamiento, Perucho y otros cubanos hartos del yugo de la metrópoli constituyeron el Comité Revolucionario de Bayamo.

Los congregados le pidieron al antiguo hacendado y también músico la composición de un himno enardecedor de los ánimos, como “La Marsellesa”, y el propósito fue concretado el 13 de agosto de mil 867.

Así quedó compuesta la música del Himno de Bayamo, llamada La Bayamesa, cuya primera interpretación en público sería el 11 de junio de mil 868.

Pero el compositor NO se limitó a esa hazaña cultural, política y patriótica, al participar en la organización de la primera contienda por la independencia, la Guerra de los diez años.

Después del Grito de Yara el 10 de octubre de mil 868, Perucho Figueredo alistó al personal de su fábrica azucarera, exhortó al pueblo de Bayamo a sumarse a la rebelión y se adhirió a Carlos Manuel de Céspedes, el iniciador de la gesta.

Con rapidez fue designado jefe de estado mayor del Ejército Libertador y el 20 de octubre de mil 868, tras la toma patriótica de Bayamo, Perucho escribió los primeros versos del Himno, cuya melodía ya entonaban los insurrectos.

Fue entonces que el pueblo cantó la pieza y surgió en medio del combate el Himno Nacional de Cuba. Por ese origen, el 20 de octubre se celebra como el Día de la Cultura Nacional.

Ante la arremetida de los españoles para reconquistar Bayamo, sus moradores la incendian y Perucho y su familia se dispersan hacia la espesura.

Las tropas colonialistas lo detectaron y solo porque estaba enfermo lograron reducirlo y trasladarlo a Santiago de Cuba, donde un tribunal lo acusó de traidor y solicitó condena a muerte.

El 17 de agosto de mil 870 fue fusilado junto a dos compañeros y su hijo Ignacio y sus últimas palabras fueron: Morir por la patria es vivir.

Cuando los escolares entonan hoy el Himno Nacional, en miles de planteles cubanos estremece aquella frase inmortal. FIN

 

 



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