Por Roberto Morejón
Los electores cubanos reafirmaron en los recientes comicios su compromiso con el futuro del país y en esa misma línea se manifestaron los jóvenes.
De los 605 diputados que conformarán la novena legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular o parlamento, 13, 22 por ciento son menores de 35 años, por lo que se incorporará a ese órgano estatal un caudal de vivencias estimulantes.
En la jornada dominical emitieron su voto por primera vez más de 38 mil jóvenes y lo hicieron después de recibir explicaciones de personas competentes sobre las características singulares del sistema electoral.
En el ejercicio del sufragio para seleccionar los diputados al parlamento y delegados de los gobiernos provinciales participaron 200 mil autoridades electorales, en cuyas filas sobresalieron representantes de la más lozana generación.
Tanto estudiantes de Universidades como de la enseñanza media superior realizaron tareas de supervisión y apoyo después de recibir adiestramiento como las restantes personas.
A diferencia de otras naciones donde invitan a instituciones internacionales para supervisar los comicios, esas funciones las ejercen en Cuba estudiantes universitarios.
A los representantes de los segmentos de población más bisoños se les vio el 11 de marzo en la apertura de colegios, emisión de partes informativos y la fiscalización del cumplimiento de la Ley Electoral.
Ocurrió entonces una interesante interacción entre ellos y las personas de más edad, habituadas a ese ejercicio democrático.
Cuando el próximo 19 de abril se constituya el nuevo parlamento cubano concluirán casi seis décadas de gobierno de la generación histórica y otras personas tomarán la antorcha para guiar al país.
Se iniciará un nuevo momento para Cuba que NO representa apartar a los más experimentados, pues muchos conservaron sus escaños en la Asamblea Nacional del Poder Popular tras el reciente escrutinio.
Al calor de los venideros debates en el órgano supremo estatal se escucharán las voces de los veteranos, curtidos en coyunturas difíciles, y las de los jóvenes, con posiciones renovadoras e inteligentes.
Ellos están conscientes de su papel en la sociedad, donde centenares de miles se destacan en sectores importantes de la economía y los servicios y aportan concretamente al desarrollo.
En algunas industrias, más de 65 por ciento de las fuerzas productivas son jóvenes y ese predominio también resalta en ramas como la azucarera y salud pública.
Como señalara la dirigente Susely Morfa, los jóvenes son la continuidad segura de la generación fundadora de la Revolución cubana y NO el relevo.