Por María Josefina Arce.

El futuro político del presidente peruano, Pedro Pablo Kuczynski, es cada vez más incierto, luego de que en los últimos días el Congreso aprobara por 87 votos a favor una moción de vacancia, la segunda que enfrenta en los últimos tres meses.

Ya en diciembre pasado el mandatario libró de un primer pedido de destitución por la abstención de Kenji Fujimori y otros nueve colegas disidentes del fujimorismo, a pesar de que fue precisamente esa bancada la que promovió el recurso.

Poco después Kuczynski concedió un indulto presidencial al ex dictador Alberto Fujimori, quien cumplía una condena de 25 años por crímenes de lesa humanidad.

Un fuerte rechazo provocó la decisión presidencial, que muchos calificaron como un pago a la abstención del hijo de Fujimori, con lo que el actual jefe de estado se salvó de ser destituido del cargo.

Violentas manifestaciones sacudieron el Perú luego de que se diera a conocer el indulto presidencial.

Ahora Kuczynski se enfrenta nuevamente a la posibilidad de ser depuesto de la presidencia, luego de que salieran a la luz nuevos elementos sobre posibles acciones corruptas vinculadas a la empresa brasileña Odebrecht, inmersa en un sonado escándalo de corrupción de grandes proporciones que involucra a varias naciones latinoamericanas.

La pasada semana el mandatario respondió a un interrogatorio del fiscal Hamilton Castro y declaró ante la comisión Lava Jato del Congreso que investiga las denuncias de corrupción contra funcionarios peruanos vinculados a Odebrecht y otras empresas brasileñas.

El pedido de destitución responde a las asesorías financieras que Kuczynski realizó entre 2004 y 2007 para la constructora brasileña Odebrecht. En ese período era ministro del Gobierno del expresidente Alejandro Toledo, acusado de recibir un soborno de 20 millones de dólares de Odebrecht.

Toledo está prófugo en Estados Unidos y se alista un pedido para su extradición, para que sea investigado por cobrarle a Odebrecht el soborno para la construcción de una carretera que conectaría a su país con Brasil.

También se conoció que la empresa brasileña entregó un aporte de 300.000 dólares a la campaña electoral de Kuczynski en 2011, comicios en los que ganó Ollanta Humala, de acuerdo con las declaraciones a fiscales peruanos del exdirectivo de la compañía en Perú, Jorge Barata.

Para el próximo día 22 está prevista la comparecencia del presidente ante el pleno del Congreso durante la cual tendrá oportunidad de hacer su respectivo descargo a los señalamientos de la justicia peruana sobre sus vínculos comerciales con la constructora Odebrecht.

Kuczynski ha manifestado que no renunciará a su cargo, pero lo cierto es que su situación es bastante crítica. Además no hay que olvidar que el escándalo de Odebrecht ha llevado ante la Justicia a decenas de empresarios, políticos y gobernantes de toda la región, y que en el caso del Perú el anterior mandatario Ollanta Humala y su esposa cumplen prisión preventiva, mientras que son también investigados quienes lo antecedieron en la presidencia.