Cuba y Nicaragua: unidas en la defensa de la revolución cubana

Editado por Maite González Martínez
2018-04-17 10:07:13

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Por María Josefina Arce.

Las guerras por la independencia de Cuba en el siglo XIX contaron con la valiosa contribución de ciudadanos de otras naciones del mundo y en especial de América Latina.

Procedentes de República Dominicana, Puerto Rico, México, Chile,  Polonia, Canadá e incluso Estados Unidos combatieron junto a los cubanos por la liberación de la Metrópoli española.

En el siglo XX la lucha contra la sangrienta dictadura de Fulgencio Batista y contra el vasallaje de Estados Unidos, revolucionarios también de otras nacionalidades apoyaron las ansias libertarias de los cubanos.

Quizás el más conocido es el guerrillero argentino-cubano Ernesto Che Guevara, símbolo del verdadero revolucionario y luchador internacionalista
Esa solidaridad estuvo igualmente presente cuando la invasión mercenaria de Playa Girón, apoyada y financiada por Estados Unidos y que encontró respaldo en dictaduras de América Latina. Pero la historia de la región está llena de hombres dignos, con vergüenza, de verdaderos revolucionarios.

Si los pueblos cubano y nicaragüense han estado unidos por la amistad y la cooperación durante décadas, los sucesos de Playa Girón en la segunda quincena de abril de 1961 los entrelaza aún más, pues es también aquella victoria contra el imperialismo norteamericano, una victoria de Nicaragua y por supuesto, de toda Latinoamérica.

En primera línea de combate estuvo el piloto nicaragüense Carlos Ulloa, quien en su tierra natal había participado en un movimiento conspirativo  contra de la dictadura de Anastasio Somoza.

Ulloa y sus compañeros fueron detenidos y procesados en Consejo de Guerra y sentenciados, los civiles a confinamiento y los militares fueron dados de baja y condenados a varios años de prisión. 

En agosto de 1958 logró salir clandestino para la República de Costa Rica y posteriormente viajó con su familia a Cuba, donde había llegado en los albores de la Revolución, en busca de refugio y aliento para reiniciar la lucha en Nicaragua.

Fue instructor de vuelo de pilotos de aviones de combate en la Base Aérea de San Antonio de los Baños y también en la Escuela de Aviación de Baracoa, en el oriente cubano.

El 17 de abril sale a enfrentar la invasión mercenaria y es abandonado en pleno vuelo por el avión que debía escoltarlo,  aún así siguió combatiendo hasta que fue alcanzado por el fuego antiaéreo de los buques enemigos, siendo derribado frente a Playa Girón, donde se estrelló en el mar.

Para muchos Ulloa lavó con su sangre la afrenta que  el dictador Anastasio Somoza hizo a los latinoamericanos y a Cuba al permitir que por el caribeño Puerto Cabezas salieran las naves de guerra de la Brigada 2506 a aniquilar a la revolución liderada por Fidel Castro.

En el primer aniversario de la victoria de Playa Girón, el ahora presidente Raúl Castro afirmaría “…Luego conocimos la muerte de compañeros como Carlos Ulloa; era un nicaragüense que cayó defendiendo la Revolución Cubana, porque sabía que era la Revolución de la América Latina la que estaba defendiendo.

Mientras en Nicaragua Somoza y el imperialismo preparaban y mandaban barcos invasores desde Puerto Cabezas, aquí en Cuba, como para lavar la afrenta que esos traidores echaban sobre su país, Carlos Ulloa entregaba su sangre generosa…”.

Cuba y Nicaragua son hermanos históricos que han estado juntos en la lucha por la libertad, por la independencia, por la autonomía y por la soberanía, lazos que con su sangre generosa selló el joven piloto nicaragüenseCuba y Nicaragua: unidas en la defensa de la revolución cubana.



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