Por Arnaldo Musa
Teniendo como telón de fondo la inminente retirada de Paraguay de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) -junto a otras cinco naciones con gobiernos conservadores-, el hijo del secretario personal del dictador Alfredo Stroessner y de igual nombre: el millonario empresario Mario Abdo Benítez, del oficialista Partido Colorado, ganó las elecciones presidenciales de este domingo, teniendo como principal rival al liberal Efraín Alegre, de la centroizquierdista Gran Alianza Nacional Renovada (GANAR).
Tras el escrutinio del 96,76% de las actas, Abdo Benítez obtuvo el 46,4% de los votos, por 42,7% Alegre, quien espera aclaraciones sobre la transparencia del proceso, en tanto su equipo de campaña espera revisar las actas al efecto, en unas elecciones de resultados apretados que contempla una sola vuelta, y habrá que esperar varios días para conocer la composición parlamentaria.
Las a veces engañosas encuestas siempre dieron triunfador al también conocido como “Marito” por un amplísimo margen, quien se benefició de la inasistencia de más el 30% del electorado, la virtual inexistente votación de millones de paraguayos que están en el exterior -dos millones solo en Argentina- y una fuerte maquinaria política que ha mantenido permanentemente al Partido Colorado en el poder, con la sola excepción en el 2008,
En ese entonces, sus facciones se dividieron y dieron paso al ex sacerdote de izquierda Fernando Lugo, a quien poco después derrocaron con un golpe parlamentario, tal como hicieron después con Dilma Rousseff en Brasil.
El propio Lugo volvió a la palestra en estos comicios con su Frente Iguazú y su candidato a la vicepresidencia, Leo Rubín, un periodista que trabaja en la radio propiedad de su padre, el único órgano de información que no tiene influencia derechista.
En su plan para Paraguay, el presidente electo, Mario Abdo Benítez, promete mantener la baja presión tributaria al empresariado local e internacional "tal como está para que el país siga siendo atractivo para la inversión”; sostiene que se deben establecer alianzas estratégicas con el Brasil de Temer, con el fin de fortalecer las políticas neoliberales, y, como hombre fuerte”, propone el fortalecimiento de la Policía Nacional y de las Fuerzas Armadas.
Sobre la educación promueve la cooperación con el sector privado para propiciar un pacto social, a fin de posicionar a la educación como una política de Estado. En salud impulsará una reforma estructural del sistema, mediante un cambio del modelo sanitario actual.
Rechaza al matrimonio igualitario y el aborto y vetará cualquier proyecto que esté a favor de ambas demandas sociales.
Su rival más fuerte, Efraín Alegre, se proponía gobernar Paraguay con cualquier estructura que no perteneciera al oficialista Partido Colorado. Su programa de gobierno se concentraba en cinco ejes: reforma de la justicia, empleo, seguridad, salud y la educación.
Proponía una reforma constitucional y electoral, para que de esa manera se puedan abrir las listas y cambiar el sistema de elección. Apostaba, además, por un diálogo nacional para avanzar en un nuevo contrato social que incluya a los sectores económicos, sociales y gremiales paraguayos.
En salud se comprometía al desarrollo de políticas que aseguren la salud pública universal y gratuita. De acuerdo al candidato de la derrotada GANAR, la educación es fundamental para la demanda de la industria y el empleo, “por eso considero que la educación debe ser gratuita en nuestro país”.
"Nuestra política es clara y firme respecto a impulsar un proceso de desarrollo que pueda impactar especialmente en el empleo para poder superar la pobreza", detalló.
Hoy el 27% de la población vive en la pobreza; la deuda pública trepó a un cuarto del Producto Bruto Interno, 109% más alta de lo que era cuando Horacio Cartes tomó el poder en el 2013; y a pesar de un crecimiento sostenido a un promedio del 4% en los últimos 15 años, la desigualdad no para de aumentar: el 10% de los paraguayos más ricos ganan 43 veces lo que el 10% más pobre.
Esa bandera de rescate social, mayor inclusión e igualdad, es la que Rubín decidió mostrar en esta campaña electoral, para teñir un poco más de “luguismo” la coalición con los liberales, y otros partidos menores.
Pese a la derrota, GANAR demostró que, si se mantiene unido, es un rival que podría destronar la casi maquinaria perfecta colorada que incluye todo tipo de trapisondas, como el fraude cuando es necesario.
HIJO DE… LA DICTADURA
Mario Abdo Benítez, de 45 años, es uno de los pocos “hijos de la dictadura” que se atrevió a lanzarse a la carrera política. Es, como dijimos, descendiente del tristemente célebre secretario privado del dictador Alfredo Stroessner del mismo nombre, integrante del “cuadrinomio de oro” conformado además por el temible Sabino Augusto Montanaro, J. Eugenio Jaquet y Adán Godoy Giménez, principales sostenes del sangriento régimen que manejó el país por 35 años. Su madre es Ruth “Manón” Benítez Perrier, sobrina del influyente militar de la época de la dictadura Rodolfo “Popol” Perrier.
Nació en Asunción el 10 de noviembre de 1971. Cuando cayó el régimen dictatorial tenía 16 años y se encontraba en Estados Unidos hasta donde fue de la mano del entonces jefe de protocolo de la presidencia de la República, Conrado Pappalardo. En el país del norte estudió la carrera de Marketing Político.
Estuvo casado en primeras nupcias con Fátima María Díaz Benza, con quien tuvo dos hijos: Mario y Santiago. Luego se separó y se volvió a casar esta vez con Silvana López Moreira Bo.
En el 2004 comenzó a incursionar en política de la mano del empresario Juan Alberto Ramírez Díaz de Espada y su movimiento Reconstrucción Nacional Republicana, pero para las elecciones internas del Partido Colorado en el 2006 fundó el movimiento Paz y Progreso (slogan de Stroessner) junto con su amigo de infancia Alfredo “Goli” Stroessner, nieto del dictador. Logró formar parte de la Junta de Gobierno del Partido Colorado.
Es propietario de dos empresas. Una denominada Almacenamiento y Distribución de Asfalto (Aldía SA) que creó en 1997. Su firma, entre los años 2010 y 2014 obtuvo contratos con el Ministerio de Obras Públicas y la Municipalidad de Asunción, mientras la otra empresa, Creando Tecnología SA (Createc SA) conformada en 1998 con su esposa de entonces Fátima Díaz Benza, facturó millonaria suma también con el Estado, entre los años 2011 y 2014. Se dedica a la venta de materiales de construcción como insumos eléctricos, metálicos, entre otros.
Las adjudicaciones del Ministerio de Obras Públicas bajaron a cero tras el alejamiento de Abdo Benítez del entorno del presidente Horacio Cartes. Sin embargo, comenzó a proveer materiales a las municipalidades, entre ellas la de Luque administrada por su correligionario Carlos Echeverría.
Abdo Benítez nunca renegó de la dictadura, es más, la reivindicó en varias oportunidades. Asegura que Stroessner hizo mucho por el país. Cuando murió el dictador en el 2006, propuso que la Junta de Gobierno le rindiera tributo. La fortuna que posee la heredó de su padre, quien tras la caída de la dictadura fue procesado por enriquecimiento ilícito, pero fue sobreseído.
Estos son solo algunos datos sobre este personaje, sobre el cual tendremos que comentar, necesariamente, mientras en Paraguay hallan millones de personas sin voz ni voto que ven constantemente violados sus derechos humanos.
(Tomado de Cubasí)