Por Tony López R.*
Gran escándalo y amplia repercusión han provocado las declaraciones del terrorista cubanoamericano, Raúl Gutiérrez, detenido en marzo pasado y acusado de planear atentados contra dirigentes políticos de izquierda y diplomáticos cubanos.
Los objetivos serían el candidato presidencial Gustavo Petro Urrego; Rodrigo Londoño, c/p Timochenko, presidente del Partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC), y el embajador cubano, así lo confesó Gutiérrez el pasado 3 de abril, en la W Radio a los periodistas Vicky Dávila y Jairo Lozano.
Tal declaración pública mereció la perentoria exigencia del candidato Petro Urrego al Fiscal General de la República Néstor Humberto Martínez, de actuar con celeridad en la investigación y aclarar todo lo relacionado con estos actos terroristas que planeaba este grupo dirigido por Gutiérrez.
En su cuenta en las redes sociales Petro expresó: “Le exijo a la Fiscalía que encuentre los fusiles, los explosivos C4 y los contactos de la ultraderecha colombiana que le pagaban por el atentado al mercenario cubano de la Florida”.
Continúa Petro señalando: “De un cinismo perverso el que el Fiscal ayer informara de un atentado a un candidato por un anónimo mientras sabía del atentado a mí con confesión incluida y lo calló. Sólo buscaba resultados electorales con riesgo de mi vida”, agregó el candidato presidencial.
Una muy seria acusación contra el Fiscal porque el integrante de la mafia cubana-americana de Miami, había sido capturado por organismos de seguridad en marzo y se encuentra en la cárcel de la Picota, por lo que la Fiscalía lo procesó y tenía todos los antecedentes y objetivos criminales del grupo terrorista y sin embargo, el Fiscal Martínez ocultó deliberadamente con fines electorales la información de acuerdo a la denuncia pública del candidato presidencial Petro Urrego.
El caso se complica, aún más, cuando se conoce en la entrevista que el terrorista negó formar parte del Estado Islámico y no intentaba atentar contra diplomáticos de la embajada de los Estados Unidos en Colombia, y confirmó que sus planes eran atentar contra la embajada cubana; Rodrigo Londoño y Gustavo Petro.
Afirmó que había sido contratado por reconocidos personajes de sectores de la extrema derecha colombiana, para esos fines, mientras las noticias en Colombia giraban en torno a supuestas llamadas telefónicas interceptadas por autoridades que hablaban de atentados contra los candidatos de la derecha a la presidencia Iván Duque y Germán Vargas Llera.
Sin embargo, en sus declaraciones a la W Radio, el terrorista procedente de Miami añadió un elemento extremadamente grave al mencionar su relación con el sujeto Roberto Hernández, también de origen cubano, que trabajaba para la campaña de Iván Duque y Uribe Vélez. “Roberto Hernández es un cubano que ahora dice que trabaja con Duque y Uribe, y se hizo ciudadano colombiano”, afirmó a los periodistas.
Para el lector acucioso y para este periodista hay varias preguntas: ¿Por qué el Fiscal con la información conocida desde marzo, sobre los planes del mercenario Gutiérrez, no informó al candidato Petro y a los otros objetivos contra los cuales atentaría? Y según Petro, lo atribuyó a “un anónimo, mientras sabía del atentado a mí con confesión incluida y lo calló”.
¿Por qué se corre la noticia de una llamada telefónica interceptada por la autoridades y se habla de una amenaza de atentado contra los candidatos Duque y Vargas Llera? Será acaso una forma de favorecer electoralmente a ambos candidatos porque ellos serían la línea dura contra la guerrilla y el terrorismo en Colombia.
O sea, la fórmula de la guerra que preconiza el ex presidente Uribe Vélez y su Partido Centro democrático. Resulta, al menos, sospechoso, que el cubano naturalizado colombiano Roberto Hernández, que trabaja para Duque y Uribe, mantenga relación o fuera contactado por el terrorista Raúl Gutiérrez. ¿Ha sido llamado a declarar el mencionado Roberto Hernández?.
La Fiscalía de la República debe aclarar muy bien todo este gran escándalo y dar a conocer quiénes son esos sectores de la extrema derecha que contrataron a este grupo criminal, porque obviamente Gutiérrez no actúa a su libre albedrio. ¿Cuál es la relación de Hernández y Gutierrez y sus vínculos con Duque y Uribe?.
Es muy sospechoso que hayan contratado a un sujeto de la mafia cubanoamericana de Miami, cuando se conoce que en Colombia, el sicariato paramilitar actúa muy profesionalmente y con no desconocido amparo.
¿Será que todo este Plan de atentados está enmarcado en una gran provocación, que dé pie y argumento para comprometer a Venezuela y propiciar así la llamada “intervención humanitaria” antes del 20 de mayo como se ha venido pronosticando por analistas venezolanos y latinoamericanos?
¿No les resulta sospechoso que los llamados países del Grupo de Lima, convocado por la OEA y respaldado por el senador de origen cubano Marcos Rubio, se reunirán a mediados de mayo en México, antes de las elecciones venezolanas, para acordar un bloqueo contra dicho país y desconocer e ilegitimar el proceso electoral del 20 de mayo?.
Tiene usted amigo lector la última palabra para responder estas interrogantes.
La Habana, domingo 6 de mayo del 2018. 14.00 hrs
(*) Periodista, politólogo y Analista Internacional cubano
La Habana, domingo 6 de mayo del 2018. 14.00 hrs.