Por María Josefina Arce
Mas de 36 millones de colombianos están llamados este domingo a las urnas para elegir al nuevo presidente del país, tras una campaña altamente polarizada y ensombrecida por la violencia, el asesinato de líderes sociales y la falta de garantías que llevo a la retirada de la otrora guerrillera Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia.
Tras meses de campaña son dos los candidatos que se perfilan con mayores posibilidades: Iván Duque, del derechista Centro Democrático, que lidera el ex presidente Álvaro Uribe, y Gustavo Petro, del izquierdista Colombia Humana.
Duque, opinan los expertos, confía llegar a la presidencia gracias a la base electoral cosechada por el ex mandatario sobre todo entre los latifundistas y la oligarquía..
Petro, ex alcalde de Bogota, exhibe por su parte, los programas sociales puestos en marcha en los años que estuvo al frente de la capital colombiana. Sus seguidores son en gran mayoría jóvenes entre 18 y 24 años y sectores desfavorecidos de la sociedad.
Recordemos que como alcalde logro reducir la pobreza en un 50 por ciento en Bogotá, siendo entre 2012 y 2014 la única ciudad colombiana que tuvo un solo dígito en este indicador, de acuerdo con el Departamento Administrativo Nacional de Estadística de Colombia.
En su mandato se declaró enemigo de la segregación y de la desigualdad, y defendió el derecho al agua y la biodiversidad, al tiempo que como congresista denunció las conexiones de los grupos paramilitares de extrema derecha con la clase política y empresarial, el narcotráfico, la corrupción, los cárteles dentro del sistema judicial, y las ejecuciones extrajudiciales.
Petro proclama por un cambio de modelo económico para el país, y que tiene como eje un viejo problema de la sociedad colombiana: la tenencia de la tierra. Para ello, asegura, incorporará impuestos para los poseedores de latifundios improductivos e impulsará la compra de terrenos por parte del Estado con el fin de reactivar la economía agrícola.
Para muchos Petro ha hecho saltar las alarmas de la derecha y los conservadores por la gran cantidad de seguidores que tiene. En el cierre de campaña el pasado día 17 reunió en la emblemática Plaza de Bolívar, más de 60 mil simpatizantes que se congregaron incluso en las calles aledañas.
Mucho está en juego en la jornada de este domingo, en la que se podría definir continuar por el mismo camino o un posible cambio a favor de los desposeídos, y sobre todo el futuro de los acuerdos de paz suscritos en 2016 entre el gobierno del presidente Juan Manuel Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, así como las negociaciones que adelanta con el otro grupo insurgente, el Ejército de Liberación Nacional.