Por Nicanor León Cotayo
Otra vez queda a la vista cómo funciona el sistema político en Estados Unidos. Este martes, varias fuentes lo describen de manera incuestionable.
Por ejemplo, de cara a las próximas elecciones primarias que se celebran en ocho estados del país, donde se determinarán sus candidatos por ambos partidos y los supuestos independientes, un aspirante que se dice independiente, Nathan Larson durante una entrevista con el diario Huffington Post expresó:
“Las personas están cansadas de la corrección política y de verse constreñidas por ella. Prefiero a un intruso que no tiene nada que perder y que desea decir aquello que está en la mente de muchos”.
Larson, de 37 años, anhela un escaño en el Congreso por el estado de Virginia.
Hace diez años se postuló a la Cámara de Representantes pero fracasó, y luego fue llevado a la cárcel en 2009 por amenazar de muerte al entonces presidente Barack Obama.
Sin embargo, este no fue su pecado mayor, él, padre de una niña, reconoció ante la prensa ser el principal responsable de varios eventos por internet con el objetivo de dar consejos a pederastas.
Según las fuentes, ahora el aspirante a congresista por Virginia estima que la palabra pedófilo es “una etiqueta”, resta importancia a la violencia y llega a defender la potestad de un hombre para golpear a su esposa.
Otro ejemplo es el de Don Blankenship, también independiente, que ahora incursiona en la política tras cumplir un año de prisión por la muerte de 29 trabajadores, en 2010, debido a la explosión en una mina, propiedad de la empresa que él dirigía.
Blakenship, se define “más ‘trumpista' que Trump”, rechaza mantener un perfil bajo en su carrera hacía el Senado por Virginia Occidental y busca la fama con declaraciones que han sido tildadas de irrespetuosas e incluso de racistas.
Este controvertido aspirante, de 68 años, desestimó su interés de integrar el Partido Republicano cuando presentó un video electoral donde acusaba a Mitch McConnell, jefe de su mayoría, de ser un cocainómano y de beneficiarse del dinero de la “familia china” de su mujer, Elaine Chao.
En este escenario aparece el republicano Patrick Little, quien antes se quejaba de haber sido expulsado de la convención de su partido celebrada en San Diego (California) por negarse a “servir a la jefatura de Israel”.
Little se autodefine como “defensor de los blancos”, aunque sus posibilidades de éxito son escasas.
He aquí una apretada síntesis sobre el mundo de la política en Estados Unidos, país al que su propaganda vende como el más democrático del planeta.
(Tomado de Cubasí)