Por Maria Josefina Arce
Mientras en Nicaragua la derecha, apoyada por Estados Unidos, ha desencadenado la violencia en todo el territorio nacional, en Venezuela, también objeto de un plan encaminado a derrocar al presidente Nicolás Maduro, el gobierno hace frente a la guerra no convencional de la oposición que va desde lo económico, hasta el intento de desprestigiar los programas sociales puestos en marcha en beneficio de todos.
La salud, un área priorizada por la Revolución Bolivariana desde su triunfo en 1999, ha sido una de las esferas que sufre los embates de la derecha, que apoyada por Estados Unidos ha inducido al desabastecimiento de medicamentos con el acaparamiento, además de imponer altos precios.
La estrategia de la oligarquía ha llevado sobre todo desde 2017 a una escasez de vacunas en Venezuela, al tiempo que en clínicas privadas el costo de este producto va desde los 80 hasta los 200 dólares.
Esta situación ha estado respaldada por el bloqueo financiero a Venezuela, que en octubre del pasado año se vio imposibilitada de adquirir vacunas y medicamentos lo que genero un retraso para el cumplimiento de los esquemas de vacunación en el país.
El gobierno bolivariano sin embargo, ha trabajado para garantizar su programa nacional de inmunización, totalmente gratuito y que ha hecho posible eliminar del país sudamericano enfermedades como el sarampión, la rubéola y el Síndrome de Rubéola Congénita.
Los opositores también, como es sabido, recurren a la mentira y el engaño y han pretendido que en el ultimo Plan Nacional de Vacunación, puesto en marcha desde abril pasado, las autoridades han recurrido a vacunas con problemas.
Pero las mentiras se caen por su propio peso y lo cierto es que esta nueva campaña para detener la ocurrencia de casos de sarampión y difteria y mejorar las coberturas del programa regular de inmunización, cuenta con el respaldo de las Organizaciones Mundial y Panamericana de la Salud.
El gobierno bolivariano siempre ha dejado claro que tanto los medicamentos, como las vacunas que ingresan a Venezuela tienen el aval del ministerio de Salud, tras ser certificados por el Instituto Nacional de Higiene.
La Revolución Bolivariana ha desarrollado un sistema de salud humanista, preventivo, gratuito y equitativo que se ve afectado por las maniobras de la derecha que juega con la vida de millones de personas y utiliza ese importante derecho humano como un instrumento de presión contra el legitimo gobierno venezolano.