Por Nicanor León Cotayo
Unos 10 mil infantes, que como inmigrantes llegaron solos a Estados Unidos, fueron concentrados en casas de campañas.
Fuentes periodísticas indicaron este martes, en Washington, que la administración Trump proyecta construir campamentos en puestos militares para recluirlos en el estado de Texas.
Funcionarios del Departamento de Salud y Servicios Humanos visitarán en los próximos días bases del Ejército en Fort Bliss, para ubicar allí alrededor de 5,000 y el resto en otras dos instalaciones castrenses de ese estado.
Según el periodista Franco Ordoñez, del Nuevo Herald, esto sucede al tiempo que los refugios para los menores separados de sus padres en la frontera con México se encuentran atiborrados en un 95 por ciento.
La cantidad de niños en esa situación aumentó en más del 20 por ciento, por lo que la Secretaria de Seguridad Nacional Kirstjen Nielsen y el Fiscal General Jeff Sessions iniciaron una política de cero tolerancia que separa a los niños de sus padres.
El gobierno de Trump trata de justificarse alegando que el Congreso permite que las autoridades federales liberen a los inmigrantes ilegales en espera de audiencias.
El Fiscal adjunto Rod Rosenstein en mesa redonda junto al mandatario arremetió contra esas medidas que impiden la deportación inmediata a esos pequeños.
Indicó que "puede tomar meses y a veces años adjudicar esos reclamos una vez que entran en esa maquinaria judicial federal de inmigración”.
Y puntualizó, que cada año unos 6 mil de esos niños no se presentan al ser convocados.
Como se ha recordado, decenas de miles de familias y niños que han llegado solos fueron detenidos desde el 2014, cuando madres de Centroamérica llegaron al Valle del Río Grande en Texas, huyendo de la violencia y la extrema pobreza.
Leon Fresco, subprocurador general adjunto del presidente Barack Obama, dijo “separar a las familias no solo es polémico, sino también excesivamente caro".
Los defensores acusaron al gobierno de Trump de usar a los niños como peones para anotarse puntos políticos.
Clara Long, investigadora estadounidense del Human Rights Watch, señaló que "Detener a niños por motivos migratorios nunca es favorable para ellos y la posibilidad de tenerlos viviendo en tiendas de campaña es horrible".
Cuando Washington martilla el tema de los derechos humanos en el mundo, no menciona asuntos como este, ya que no los considera como tales.
Mientras, su fría maquinaria propagandística así lo consagra cada día.
(Tomado de Cubasí)