Por Maria Josefina Arce.
El estatus colonial de Puerto Rico es una problemática que se discute año tras año en el Comité de Descolonización de la ONU, que en las últimas horas acaba de aprobar por trigésima séptima ocasión una resolución a favor de la libre determinación e independencia de la tierra boricua.
El documento, presentado una vez mas por Cuba y apoyado por la mayoría de las naciones de América Latina y el Caribe, también incluye una exhortación para que la Asamblea General –que en 1953 excluyó a Puerto Rico de la lista de países sin gobierno propio– retome el caso político de la isla y le pida cuentas al gobierno norteamericano.
Puerto Rico vive hoy una situación difícil, agravada por su condición de colonia de Estados Unidos. Con una deuda externa impagable de mas de 70 000 millones de dólares, Washington le ha impuesto la llamada Ley Promesa y la junta de control fiscal, que tiene poderes que van por encima de la constitución y las leyes del país y desconoce el sentir de los puertorriqueños.
El independentista puertorriqueño Oscar López Rivera fue el encargado de abrir la sesión del Comité, pidiendo que se lleve el caso a la Asamblea General de la ONU, la que, afirmó, es la que puede “asegurar el fin en este mundo de este crimen contra la humanidad que es el colonialismo".
Decenas de organizaciones denunciaron en la ONU la situación que vive Puerto Rico. En ese sentido el vicepresidente del Colegio de Abogados de Puerto Rico, Edgardo Román, denuncio que la crisis económica del modelo colonial ha sido complementada por el catastrófico paso de los huracanes Irma y María en septiembre de 2017, que aumentaron los niveles de pobreza en cerca del 60 por ciento de la población.
Durante más de un siglo a los puertorriqueños se les ha negado su derecho a la independencia y la soberanía. Bajo la farsa de su condición de Estado Libre Asociado se desconoce su condición de nación latinoamericana y caribeña que tiene su propia e inconfundible identidad nacional.
La causa puertorriqueña es apoyada por gobiernos, personalidades y organismos regionales e intercontinentales, como la CELAC, Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, el ALBA, Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América, y el NOAL, Movimiento de Países NO Alineados.
Ciento 20 años de dominio colonial no han podido aplastar el sentimiento de independencia de los puertorriqueños, que han mantenido viva su cultura, su lengua y su identidad.