Por: Roberto Morejón
La política de tolerancia cero a la inmigración ilegal enarbolada por el equipo de Donald Trump proseguirá tan brutal como hasta ahora, a pesar de que el gobernante estadounidense se retractara de separar a niños de sus padres en la frontera con México.
Las desgarradoras imágenes de infantes llorando mientras clamaban por sus progenitores apresados desconcertaron a la sociedad estadounidense, a la cual sus gobernantes ahogan con el énfasis en los valores democráticos que, según afirman, encarna el modelo político.
La conocida revista Time puso en tela de juicio ese aserto cuando cuestionó el presunto humanismo de la política de “América primero” del inquilino de la Casa Blanca.
La publicación presentó en su portada a un señor Trump imperturbable, mirando desde las alturas a una sollozante niña migrante, con el titular “Bienvenidos”.
El magnate inmobiliario, conocido por su aversión a los medios de difusión cuando reprenden sus inconsistencias, probablemente consideró un ataque la portada de Time, replicada en redes sociales al igual que el audio grabado de niños separados de sus padres en un centro de detención.
Si bien Trump cedió y ordenó el fin de la separación de las familias de inmigrantes, nada indica que llegó al final el calvario de esas personas, perseguidas por guardianes armados y perros amaestrados en el límite con México.
Además, la administración del país norteño se negó a explicar la modalidad a utilizar para reunir a las familias de inmigrantes hasta ahora apartadas.
Para hacerlo requerirá de un proceso engorroso porque el número de pequeños viajeros alejados de sus ascendientes llegó a 2 mil 300 y están dispersos en varios estados.
Al desistir del dictamen inicial, Trump NO se comprometió a menguar la virulencia de su política dirigida a criminalizar a las personas deseosas de encontrar en el país norteño empleo y salario, imposibles de alcanzar en su tierra natal.
El decreto del gobernante republicano también es incapaz de revelar si cesará en sus chantajes al Congreso para que acepte otorgar fondos a la construcción de una valla insultante en el linde con México.
Y mucho menos la normativa judicial hará cambiar de posición a los sectores más retrógrados y xenófobos de Estados Unidos, propensos a aplaudir al magnate inmobiliario cuando sataniza a los inmigrantes.
Ahí está la cadena Fox News, defensora de los exabruptos de Trump, que justificó los centros de detención infantil al calificarlos insólitamente de “campamentos de verano”.
Y según expresaron allegados al actual Primer Mandatario de Estados Unidos, él sigue aferrado a sus políticas migratorias porque las evalúa de apropiadas y necesarias.