Por Nicanor León Cotayo
Ahora están exigiendo a niños incluidos hasta los menores de tres años comparecer solos ante un tribunal para aclarar sus procesos de deportación.
Lo anterior fue denunciado por varios abogados de Texas, California y Washington DC.
Así lo revelaron, este domingo, Christina Jewett y Shefali Luthra, del Servicio de Noticias Independiente Kaiser Health News (HKN) con sede en la capital de Estados Unidos.
Ambas periodistas estiman que debido a la muy controvertida política migratoria de Donald Trump, es muy probable que unos 2,000 menores asistan a esos tipos de procesos sufriendo a la vez la separación familiar.
Lindsay Toczylowski, directora ejecutiva del Immigrant Defenders Law Center en Los Ángeles, expresó que "hace poco estaba representando a un niño de 3 años y en medio de la audiencia comenzó a subir en la mesa, es realmente absurdo lo que estamos haciendo con estos niños".
Ella añadió que “los padres pueden ser los únicos que saben por qué huyeron del país de origen, y el niño está en desventaja para defenderse".
Y señaló que “los niños sí entienden que fueron separados de sus padres y su objetivo principal es volver a reunirse con las personas que aman”.
Esas reporteras en su artículo hacen referencia a que la situación general está en constante cambio.
Como ejemplo, citan la orden dada recientemente a la Casa Blanca por un juez federal de reunificar a las familias dentro de los próximos 14 días, si el niño es menor de 5 años y 30 días si es de mayor edad.
Abogados involucrados en los casos manifestaron que no tienen claridad cómo funcionará en la práctica dicha orden.
Cynthia Milian, abogada del Powers Law Group, en Texas, pregunta: "¿Qué pasará si los padres ya han sido deportados?”.
Reiteró que las consecuencias para los niños siguen siendo una preocupación urgente.
El doctor Benard Dreyer, director de la división de pediatría del desarrollo conductual, en la Facultad de Medicina de la Universidad de Nueva York, afirmó que dado el trauma que enfrentaron los niños en su país de origen, y el dolor de estar separados de sus padres, la expectativa de cómo puedan encarar una defensa legal es "desmesurada y ciertamente muy inapropiada".
Dreyer, quien también es miembro de la Academia Estadounidense de Pediatría puntualizó: "Estoy avergonzado de lo que estamos haciendo".
Por otro lado, George Tzamaras, vocero de la Asociación Estadounidense de Abogados de Inmigración, apuntó que es imposible saber cuántos niños han iniciado los procesos de deportación.
Las periodistas Christina y Shefali señalan que directivos de servicios legales han ratificado que a los niños se les entregan avisos para que se presenten ante el tribunal, sin derecho a un abogado.
Asimismo, Steve Lee, profesor de psicología infantil de la Universidad de California en Los Ángeles, expresó que esperar que los niños se defiendan por sí mismos ante una corte es una "expectativa increíblemente fuera de lugar".
He aquí otra muestra de una de las violaciones más grandes a los derechos humanos en Estados Unidos.
Si allí existiera un sentido mínimo de la ética y de la decencia, Washington tardaría mucho tiempo en volver a erigirse como un supuesto abanderado de esos derechos en el planeta.
(Tomado de Cubasí)