Por: Guillermo Alvarado
Una de las noticias que esta semana alcanzó una amplia difusión fue la revelación de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se planteó en un momento determinado la opción de un ataque militar contra Venezuela para poner fin al gobierno del presidente Nicolás Maduro y la Revolución Bolivariana.
Declaraciones de un alto funcionario estadounidense, cuya identidad no fue revelada, indican que en agosto de 2017 durante una reunión en el despacho oval el presidente preguntó lisa y llanamente a sus principales colaboradores por qué, si Venezuela es una amenaza para la seguridad nacional, no se realizaba una acción militar en su contra para poner fin a esa situación.
La agencia de noticias Asociated Press, AP, asegura que la propuesta del gobernante dejó estupefactos al entonces secretario de Estado, Rex Tillerson, y al consejero de Seguridad Nacional, Herbert Raymond McMaster, quien por cierto tampoco está ya en las filas del gobierno.
Relata la citada agencia que cuando intentaron disuadirlo, Trump insistió y puso como ejemplo de “acciones exitosas” del Pentágono las invasiones a Granada y Panamá, en los años 80 y 90 del siglo pasado.
No contento con el rechazo de sus principales colaboradores, el jefe de la Casa Blanca mantuvo la idea de atacar a la Patria de Bolívar y la consultó con algunos presidentes latinoamericanos, entre ellos el de Colombia, Juan Manuel Santos.
El incidente trae a la memoria aquellas declaraciones de la ex secretaria de Estado Madelyne Albright cuando preguntó abiertamente: “¿Qué sentido tiene tener estas espléndidas fuerzas armadas de las que siempre se habla si no podemos utilizarlas?”
El tema de la opción militar contra Venezuela tampoco está descartado por completo y conviene recordar la denuncia que hizo la periodista argentina Stella Calloni, quien advirtió que el Comando Sur del ejército norteamericano elaboró un proyecto para ponerlo en práctica antes de las elecciones presidenciales de mayo de este año.
El plan, con la firma del jefe de ese cuerpo militar, el almirante Kurt Walter Tidd, prevé formar una fuerza multinacional de intervención, con la colaboración de Brasil, Colombia, Panamá, Guyana y Argentina.
Esto también formó parte de la agenda en el viaje que recientemente realizó por varios países latinoamericanos el vicepresidente Mike Pence, quien no ocultó las intenciones de su gobierno de golpear militarmente a Venezuela.
No se trata, pues de un asunto anecdótico o de agua pasada. El peligro de que el inestable presidente Donald Trump lleve a cabo sus designios siempre estará latente por lo que no solo el gobierno de Maduro, sino que también los países y organizaciones progresistas de la región deben mantenerse alertas para evitar que una vez más la bota militar estadounidense mancille suelo latinoamericano. Recuerden, amigos, que “guerra avisada, no mata soldado”.