Por: María Josefina Arce

El gobierno del multimillonario Sebastián Piñera ha sido objeto de fuertes críticas en las últimas semanas por decisiones que minimizan o pretender pasar por alto el dolor y el horror que vivió durante 17 años Chile bajo la sangrienta dictadura del general Augusto Pinochet.

La libertad hace dos semanas de siete represores fue el detonante de duros cuestionamientos y protestas populares por una decisión que desconoce esa triste etapa de la historia del país austral y que ampara la impunidad.

De hecho esta semana se inició con una manifestación frente a los Tribunales de Justicia, en Santiago, la capital, que contó con la participación de varios legisladores. Los manifestantes repudiaron la decisión de la Corte Suprema de Justicia que dejó en libertad a torturadores y asesinos.

La Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos demandó verdad, justicia y reparación, que pasa por una condena justa por el daño y dolor causado durante años a tantas familias chilenas.

Al escándalo por el fallo judicial se sumó el nombramiento por el presidente Piñera como ministro de Cultura de Mauricio Rojas, que solo duró cuatro días en el cargo, ante el amplio rechazo de la sociedad por sus palabras insultantes en 2015 contra el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos.

La instalación, ubicada en Santiago, muestra de forma descarnada los métodos de tortura, desaparición y asesinatos cometidos por la dictadura de Augusto Pinochet, que gobernó el país de 1973, tras un golpe militar contra el presidente constitucional Salvador Allende, hasta 1990.

Inaugurado en 2010 es un esfuerzo por no olvidar una época oscura y triste que vivió Chile, por rendir tributo a las numerosas víctimas y sobre todo, como un llamado para que no se vuelva a repetir.

Sin embargo, en opinión del que fuera ministro por solo cuatro días: Más que un museo (...) se trata de un montaje cuyo propósito, que sin duda logra, es impactar al espectador, dejarlo atónito, impedirle razonar'.

Las palabras pronunciadas por Rojas fueron reproducidas por la prensa local apenas asumir el cargo y de inmediato se desató la polémica y las críticas contra el gobierno de Sebastián Piñera, quien aunque aceptó la renuncia intentó minimizar la gravedad de las palabras del ex titular de Cultura.

Ignorar el sufrimiento, el miedo, el terror y la tristeza con la que hemos vivido tantos años, es una ofensa mayor, sentenció Joan Turner Jara, viuda del afamado cantautor chileno Victor Jara, salvajemente torturado y luego acribillado con 44 balazos, y quien es un icono para los cientos de intelectuales que sufrieron violaciones de los derechos humanos durante la dictadura pinochetista.

Para muchos chilenos la actual coyuntura es una alerta, pues todavía hay un sector político que sigue negando las sistemáticas violaciones de los derechos humanos que sufrió el país de 1973 a 1990.

Cada vez con mayor frecuencia salen apologistas de la sangrienta dictadura que elogian la figura de Pinochet o desconocen los crímenes de lesa humanidad cometidos durante esa etapa.

A pocas semanas de cumplirse el cuadragésimo quinto aniversario del golpe de estado, los últimos acontecimientos en Chile llaman a la reflexión y a no olvidar esa triste época que dejó más de 40 mil víctimas, incluidos un millar de desaparecidos.