Por Nicanor León Cotayo
Luego de que su candidatura para la presidencia fue demolida en 2016, y soportar duras burlas de Donald Trump, ahora el senador Rubio trata de posar, a la vez, como demócrata y republicano.
Una periodista de la Associated Press, AP, Lisa Mascaro, lo describió este lunes en Washington como nadando entre dos aguas.
Según Mascaro, trata de buscar su lugar en un maquillado Partido Republicano.
La AP revela que, además, ignora a los periodistas que cubren los eventos oficiales en el Capitolio, y solo afronta las propuestas legislativas y discursos ante el Senado.
Cuando viaja a su estado, la Florida, solo atiende asuntos menores.
Al parecer, Marco Rubio trata de no vincularse a la Casa Blanca de cara a los comicios de 2020.
A la inversa de lo que encuestas parecen augurar, Rubio declaró a la AP: "No voy a hacerle oposición al Presidente en las primarias. Nadie debería hacerlo, a menos que quieran perder la Casa Blanca".
El senador mantiene nexos permanentes con Donald Trump a través de llamadas telefónicas.
Sin embargo, continúa tratando de sostener su identidad política separada del mandatario, a la vez que no descarta postularse de nuevo a la presidencia.
The Washington Post descubrió el escándalo que provocó Marco Rubio con el tema de sus padres, al presentarlos como perseguidos por el 'régimen de Castro'.
En realidad, ese diario reveló que ellos salieron de La Habana en 1956 como inmigrantes económicos.
El senador Rubio opina, entre otras cosas, la necesidad de 'modernizar' el programa del Partido Republicano de Estados Unidos para el siglo XXI.
Lisa Mascaro comenta que no faltan quienes creen que Rubio simplemente está buscando la forma de sobrevivir tras su desastrosa campaña presidencial de 2016. Y que hace lo que siempre hizo: buscar un punto intermedio que no termina de complacer a nadie.
Pero en algo muchos sí coinciden: el senador Marco Rubio prosigue siendo en el Capitolio su cortesana mayor.
(Tomado de Cubasí)