Por: Maria Josefina Arce

El corazón de la revolución cubana siempre ha sido la mujer. Presente en mas de un siglo de lucha por nuestra independencia desde la manigua junto a las tropas mambisas, en la Sierra Maestra como parte del Ejército Rebelde o en las ciudades como miembro activo del Movimiento 26 de julio, las féminas cubanas han sido parte importante de la historia de Cuba.

Beneficiaria de la estrategia social puesta en marcha con el triunfo de la revolución en enero de 1959 a favor de los sectores más vulnerables de la población, también ha logrado poco a poco y gracias a la voluntad política del gobierno avanzar en su empoderamiento.

Hoy vemos a la mujer en todos los frentes. Médico, educadora, abogada, arquitecta, periodista, diputada, ministra, obrera y campesina, desde cualquier profesión u oficio está dispuesta a dar su aporte paras avanzar en la consolidación de un socialismo próspero y sostenible.

Agrupadas en la FMC, Federación de Mujeres Cubanas, han sido una parte esencial de cada comunidad, donde han promovido la continuidad de estudios de los jóvenes, la incorporación de las amas de casa a talleres, la ayuda a quienes son víctimas de la violencia familiar y la asistencia al adulto mayor.

Han dado un gran apoyo a madres solteras y a mujeres jefas de familia o a cualquiera que busque su ayuda y orientación.

Ahora en su 58 años de creada la FMC se prepara para que sus más de cuatro millones de miembros participen activamente en los debates que tienen lugar en cada centro de trabajo o comunidad del Proyecto de Constitución de la República, en el que prevalecen los derechos conquistados por las cubanas.

En declaraciones al diario Juventud Rebelde, la secretaria general de la organización, Teresa Amarelle Boué afirmó que esas prerrogativas que todas disfrutan hoy son el resultado de la historia de lucha de las cubanas, por lo que deben contribuir con sus criterios para que el resultado sea una Carta Magna moderna, acorde con nuestros tiempos y que refleje la trayectoria de las féminas en el proceso revolucionario.

De hecho en las asambleas realizadas ya desde el pasado 13 de agosto, son muchas las mujeres que han dado sus sugerencias para enriquecer el proyecto de la nueva Constitución que se ha puesto a consideración de todos los cubanos, en un nuevo ejercicio de la democracia participativa que nos caracteriza.

La realidad es que la mujer cubana tiene hoy un peso relevante en la sociedad, donde no hay sector en el que no esté representada. Es hoy el 67 por ciento dentro de la fuerza técnica calificada de la nación y en el Parlamento tiene una participación del 53 por ciento.

Por eso su participación en la consulta popular que hasta el venidero 15 de noviembre tendrá lugar a lo largo y ancho del país sobre el proyecto de constitución es esencial, pues sus vivencias van desde la atención a los hijos y la familia hasta tomar en sus manos un fusil para defender las conquistas de las últimas décadas.

Fidel Castro las calificó como una revolución dentro de la revolución, lo que habla de su confianza infinita en ese sector poblacional para llevar adelante las transformaciones necesarias, de ahí que la sensibilidad. pero también firmeza, dedicación y espíritu creador de la mujer cubana pueden enriquecer la Ley de Leyes que regirá los destinos de la nación por la que han luchado y derramado incluso su sangre.