Por Nicanor León Cotayo
La muerte de John McCain pone de manifiesto, entre otras cosas, contradicciones existentes en el seno del sector ultraderechista de Estados Unidos.
The Washington Post reveló, este lunes, que Donald Trump impugnó elogios que irían dirigidos a la figura del senador republicano John McCain, fallecido recientemente.
Ante la gravedad del senador, la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders; el jefe de gabinete, John Kelly, y otros abogaron por elaborar un comunicado cuando falleciera que alabara su servicio como «héroe» durante la agresión a Vietnam en la década del 60.
El Post agregó que «ambos mantenían una tensa relación», por lo que Trump rechazó la nota oficial y prefirió escribir en Twitter: «mi más profunda compasión y respeto para la familia».
Lo anterior rompe el protocolo habitual de los presidentes de Estados Unidos, quienes elaboran documentos donde resaltan supuestos logros y proezas de personalidades destacadas después de su muerte.
El referido diario reflejó que la actitud del actual mandatario ilustra el nivel de su hostilidad hacia McCain.
Las diferencias entre ellos eran evidentes desde la campaña electoral de Trump en 2015, cuando minimizó que John McCain fue prisionero de guerra durante cinco años en Vietnam, al decir: «prefiero a la gente que no ha sido capturada».
Desde que el presidente llegó al poder, McCain criticó su política exterior, votó en contra de eliminar el Obama Care y alertó su «egoísmo» y «simpatía por los autócratas».
Según la prensa estadounidense, colaboradores y otros allegados a McCain informaron a la Casa Blanca que el senador no quería la presencia de Donald Trump en sus funerales.
La ceremonia está prevista para el próximo sábado en la Catedral Nacional de Washington, y ellos han invitado para eso al vicepresidente, Mike Pence.
Además, invitaron a la misa a los expresidentes Barack Obama y George W. Bush.
Su entierro será el domingo 2 de septiembre en la Academia Naval de Annapolis.
Los servicios fúnebres del veterano legislador se repartirán entre la capital estadounidense, donde desarrolló su carrera política durante más de tres décadas, y el estado al que representaba en el Senado, Arizona, donde falleció.
John McCain murió a los 81 años debido a un agresivo cáncer cerebral.
(Tomado de Cubasí)