Por: María Josefina Arce.
“Muchas gracias Cuba” fueron las palabras del primer ministro de la Mancomunidad de Dominica, Roosevelt Skerrit, en su discurso a la nación ante cientos de personas, en el que destacó el carácter solidario del gobierno y pueblo de la Mayor de las Antillas.
Hace poco más de 20 años las dos naciones establecieron relaciones diplomáticas, que han estado basadas en el respeto mutuo y en una activa cooperación en diversos campos, en especial la salud, no solo en la formación de recursos humanos, sino con la presencia médica cubana en esa nación hermana del Caribe.
Un gran impacto ha tenido en ese país el otorgamiento por La Habana de becas a jóvenes de escasos recursos para estudiar Medicina y otras carreras para contribuir al desarrollo de ese pequeño país, ubicado en el Caribe oriental.
Cientos de estudiantes de esa isla, entre ellos el ministro de Salud, Kenneth Darroux, se beneficiaron de la iniciativa de la Mayor de las Antillas. La educación y la agricultura son otras ramas en las que también el archipiélago cubano brinda su asistencia a la Mancomunidad de Dominica.
La solidaridad cubana se ha hecho patente igualmente ante la ocurrencia de desastres naturales. Es así que en 2015 ante los daños ocasionados por la tormenta tropical Erika, una brigada de 16 médicos, epidemiólogos y personal de enfermería, ingenieros de la construcción y de la Unión Eléctrica participaron en las labores de atención a los damnificados.
La brigada médica se sumó a los 11 médicos del Programa Integral de Salud que aquel momento trabajaban en la Mancomunidad de Dominica. Dos años después tras el paso devastador del huracán María el pueblo dominiqués volvería a recibir el inmediato apoyo de los cubanos.
Trescientas toneladas de ayuda humanitarias, más dos brigadas de trabajadores eléctricos y forestales llegaron a ese territorio para contribuir a resarcir los daños ocasionados por el fenómeno meteorológico.
En junio pasado, a solicitud del gobierno de Roseau, y como continuidad de la asistencia brindada ante el desastre ocasionado por el huracán María, llegó a Dominica un contingente de ochenta constructores e ingenieros para reparar escuelas y viviendas.
Las dos naciones caribeñas han mantenido además, un fluido diálogo e intercambio, materializado en la visita a La Habana de delegaciones de alto nivel de la Mancomunidad de Dominica.
En diciembre de 1996, a solo seis meses de establecidas las relaciones diplomáticas viajó a suelo cubano James Mitchell, primer ministro en ese momento. En noviembre de 2001 lo haría el entonces jefe de gobierno Pierre Charles.
El actual primer ministro, Roosevelt Skerrit, ha visitado a nuestro país en varias ocasiones, la más reciente en julio pasado. Durante sus permanencias en suelo cubano mantuvo conversaciones con las autoridades y se han materializado la firma de acuerdos, muestra del interés de consolidar los nexos bilaterales.
La Mancomunidad de Dominica ha contado con el respaldo de Cuba, pero la nación antillana también ha tenido siempre el apoyo de ese país en su lucha porque se ponga fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos desde hace casi sesenta décadas al pueblo cubano.
Cuba, afirman las autoridades dominiquenses, ha sido siempre un gran amigo, pero la pequeña nación de las Antillas Menores igualmente ha brindado su amistad desinteresada a su vecina del Caribe.