Por: Roberto Morejón
Cuba afianzó sus relaciones con Vietnam y Laos, dos de las escalas del amplio recorrido realizado por el presidente Miguel Díaz Canel por países de Asia y Europa.
La visita oficial a Vietnam representó un momento especial como corresponde a las estrechas relaciones bilaterales, cimentadas por los líderes Fidel Castro y Ho Chi Minh, durante la etapa de la resistencia de la nación indochina a la agresión de Estados Unidos.
Resalta la firma de un nuevo acuerdo comercial y un protocolo financiero para la ejecución del programa de cooperación acerca del avance de la producción de arroz en la mayor de las Antillas, experiencia iniciada años atrás.
Con el documento legal, La Habana y Hanoi pretenden eliminar barreras comerciales para impulsar el intercambio de bienes hasta duplicarlo desde la cifra actual de 240 millones de dólares anuales.
Ambas naciones ya están en condiciones de profundizar los lazos en terrenos tan sensibles como la agricultura, biotecnología y renglones farmacéuticos.
Por ese camino se ilustra el interés de la delegación cubana de alto nivel por visitar en la sureña Ciudad Ho Chi Minh un importante parque tecnológico, encargado de investigaciones en conjunto con Universidades.
Se trata de uno de los tres parques de ese tipo en Vietnam, entre cuyos objetivos estratégicos figura desarrollar la creación, la biotecnología y la nanotecnología.
Tanto en la permanencia del presidente Díaz Canel en Vietnam como en una anterior cumplida en La Habana por el secretario general del Partido Comunista Nguyen PhuTrong, las autoridades correspondientes trazaron las pautas económicas para los próximos años.
Igualmente, destaca el interés por el intercambio de experiencias acerca de las realidades socialistas respectivas, proceso que tuvo un aumento crucial durante el año 2018.
Como opinó el presidente Miguel Díaz Canel, el pueblo cubano “toma el ejemplo de la valiosa experiencia de Vietnam en la construcción y el desarrollo del país”.
Los cubanos encomian la valentía, astucia, perseverancia e inteligencia de los vietnamitas para transformarse desde un sitio devastado por los agresores estadounidenses en un país con éxitos económicos y sociales sorprendentes.
La delegación cubana, visiblemente impresionada por lo acontecido como resultado de las entrevistas y acuerdos firmados en Vietnam, también tuvo jornadas fructíferas en Laos, algunos de cuyos hijos recibieron becas para estudiar en La Habana. Por primera vez, un presidente cubano visitaba esa nación.
A pesar de la distancia, los cubanos aprecian cálidamente la cooperación estrecha sostenida con países asiáticos.