Por María Josefina Arce
La visita que realiza a Cuba el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, representa un impulso a los lazos históricos, familiares y culturales que unen a las dos naciones, que han mantenido relaciones diplomáticas ininterrumpidas desde 1902.
Es además una confirmación del interés y la voluntad de reforzar en el ámbito político y diplomático unos nexos que en el plano comercial se pueden calificar de excelentes, aunque aún con grandes potencialidades por explorar.
España constituye un fuerte socio comercial de la Mayor de las Antillas en Europa y ocupó el tercer lugar a nivel mundial en el 2017. En el presente año hasta abril el intercambio ascendió a 400 millones de dólares, para un incremento del 25 por ciento en la balanza comercial.
El país europeo mantiene una activa cooperación con el archipiélago cubano, que se ha materializado en importantes proyectos en la agricultura, el saneamiento de las bahías de La Habana y Santiago de Cuba, ampliación de los sistemas de agua potable, la seguridad alimentaria y el desarrollo sostenible.
El interés de los hombres de negocios de España por el mercado cubano ha quedado evidenciado en las distintas ediciones de la Feria Intencional de La Habana, donde la presencia de numerosas empresas ratifica al país ibérico como el de mayor participación en la bolsa comercial cubana.
Ya en la vigésimo segunda sesión del Comité Empresarial Bilateral, que tuvo lugar en la capital cubana en junio pasado, representantes del gobierno español ratificaron la disposición de su país de continuar consolidando los vínculos económicos y comerciales.
Más de 70 firmas estuvieron representadas en este encuentro, muestra de los deseos de explorar nuevas vías para la cooperación y el intercambio comercial.
En materia de inversión los dos estados han establecido 35 negocios conjuntos, los cuales se desarrollan fundamentalmente en los sectores financiero bancario, inmobiliario, materiales de la construcción, tabaco, agroalimentario, perfumería y química, industria ligera, poligráfica y el turismo.
Es precisamente el turismo uno de los renglones en que más destaca la presencia de la nación ibérica. En la estrategia de Cuba de incrementar sus instalaciones turísticas, para aumentar la capacidad de hospedaje, ocupa un lugar importante la inversión española, afianzada desde hace décadas con cadenas hoteleras que gozan de prestigio, administradas conjuntamente con los cubanos.
España es también un importante emisor de turistas al archipiélago, con interés por los polos de sol y playa, de ciudad, pero también por los destinos con fuertes componentes patrimoniales, de gran arraigo cultural.
Por tanto esta visita de Pedro Sánchez, la primera de carácter oficial que realiza un presidente del gobierno español a Cuba desde la que protagonizó Felipe González en 1986, habla de la importancia que concede España a nuestro país que tiene en sus raíces mucho de las tradiciones de la nación europea.
Ambos pueblos están unidos por siglos de historia y fuertes lazos familiares, que se han mantenido a lo largo del tiempo, aún en momentos difíciles. Esta intensa e indisoluble relación se ha manifestado no solo en la cooperación bilateral, sino en el acompañamiento de España a Cuba en su lucha contra el bloqueo económico, comercial y financiero y en el importante y constructivo papel que ha desempeñado en el avance de los nexos entre la nación caribeña y la Unión Europea.