Una luz de esperanza para Yemen

Editado por Lorena Viñas Rodríguez
2018-12-15 08:25:44

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Foto: Archivo.

Por: Guillermo Alvarado

El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, anunció que las conversaciones para poner fin a la brutal agresión contra Yemen lograron algunos acuerdos, luego de varios intentos frustrados para terminar con una guerra injusta e innecesaria.

Luego de varios años de inestabilidad política interna, la situación se agravó cuando en marzo de 2015 una coalición encabezada por Arabia Saudita, con apoyo de Estados Unidos y otras potencias occidentales, inició una serie de masivos bombardeos para, supuestamente, proteger al exiliado presidente Abdo Rabbu Mansur Hadi, asediado por grupos armados opositores hutíes.

A pesar de la intensidad de los ataques, los rebeldes mantienen sus posiciones e, incluso, han avanzado en el territorio yemenita, pero el costo que ha pagado la población es extraordinario.

El 75 por ciento de sus habitantes, es decir 22,2 millones de personas, de los que 11,3 millones son niños, necesitan ayuda humanitaria para sobrevivir. Cerca de 16 millones perdieron el acceso a servicios básicos, como agua potable, alcantarillado, salud, educación y energía eléctrica.

Tales condiciones propiciaron una epidemia de cólera calificada por la Organización Mundial de la Salud como una de las más graves y extensas en la historia moderna, agravada por la destrucción de la infraestructura y el difícil acceso a medicamentos.

Como siempre ocurre en estos casos, los niños llevan la peor parte. Además de los 2 mil 500 menores muertos directamente por el conflicto, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia, UNICEF, calcula que cada 10 minutos fallece uno más por desnutrición, diarrea o infecciones respiratorias.

Que en tales condiciones se haya conseguido la firma de algunos acuerdos para terminar el conflicto resulta un respiro de alivio, en particular el cese del fuego en el puerto y la ciudad de Hodeida, ubicado en el mar rojo y que es el principal punto de ingreso de ayuda humanitaria.

También hay que señalar que el Senado de Estados Unidos resolvió por votación unánime pedir al gobierno de Donald Trump que corte la ayuda a Arabia Saudita para la guerra contra Yemen. Los legisladores concluyeron que el príncipe heredero Mohammed bin Salmán, sin duda estuvo al tanto del asesinato del periodista Jamal Khashoggi, ocurrido en el consulado saudita de Estambul.

Hasta ahora Trump ha mantenido una posición ambigua respecto a ese crimen y en numerosas ocasiones ha alabado públicamente a bin Salmán, un fuerte aliado suyo en el Oriente Medio.

Ante la magnitud de la crisis humanitaria que se vive en Yemen, cualquier acción que tienda a poner fin a la guerra será bienvenida, porque se trata de un conflicto que avergüenza a toda nuestra especie y a la comunidad internacional, que ha volteado la vista de las barbaridades que allí se cometen.



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