Peligrosa alianza Bolsonaro-Israel

Editado por Maite González Martínez
2018-12-27 08:07:37

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Imagen ilustrativa. (Foto/archivo)

Por: Roberto Morejón

El régimen sionista abrirá una cabeza de playa en América Latina a través de Brasil, donde asumirá como presidente el ultraderechista Jair Bolsonaro, quien se acerca peligrosamente al guerrerista Israel.

El hasta ahora legislador se manifestó afablemente sobre Tel Aviv desde antes de postularse para la carrera presidencial en Brasil, dada la cercanía ideológica entre las partes.

El político nostálgico de la dictadura militar brasileña viajó en 2016 a Israel para bautizarse en el río Jordán y siempre evidenció su admiración por las medidas de ese país.

Recuérdese que el ultrarreaccionario presidente electo se codea en Brasil con la populosa comunidad evangélica, un culto cristiano conocido por su respaldo al Estado de Israel, el mismo que desató la ocupación de la península del Sinaí.

Como se sabe, el régimen sionista se caracteriza por su desenfrenada e ilegal colonización de Cisjordania y la represión en la frontera con Gaza, territorio que invadió reiteradamente.

Pero Bolsonaro pasa por alto esas “singularidades” del Estado hebreo e incluso desde su triunfo electoral en octubre se reunió al menos en dos ocasiones con el embajador israelí en Brasil, Yossi Shelley.

También anunció negociaciones con el gobierno encabezado por el premier Benjamín Netanyahu para el fomento de las reservas de agua en el árido nordeste brasileño.

El proyecto, amparado en las técnicas de regadío de Israel, serviría para justificar la presencia de ese régimen en Brasil y más allá, donde asumen críticamente su expansionismo a costa de los palestinos.

NO por casualidad, el ex capitán del ejército brasileño decidió trasladar la embajada de su país de Tel Aviv a Jerusalén, para seguir los pasos del presidente Donald Trump.

Bolsonaro, quien en breve recibirá a Netanyahu en Brasilia, cuestiona así un consenso internacional de siete décadas sobre la necesidad de negociar el estatuto de la Ciudad Santa entre palestinos e israelíes y solo entonces se instalarían embajadas allí.

Con este acercamiento, llevado igualmente al plano económico, Bolsonaro pone en peligro los nexos comerciales con países árabes, tradicionales importadores de la carne brasileña.

Las previsibles afectaciones financieras por esa vía NO le quitan el sueño al político de oscura trayectoria, racista y misógino, apegado a un neoliberalismo salvaje que le llevó a diseñar la reducción drástica del Estado y de los gastos públicos.

Bolsonaro, amenazante hacia los intereses de los trabajadores, también ha mostrado una virulencia enfermiza hacia Venezuela, Cuba y Nicaragua.

Desde Brasilia a Tel Aviv dos regímenes de extrema derecha forjan una alianza preocupante para América Latina.



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