Por: María Josefina Arce.
Treinta y cinco años se cumplen este cuatro de enero de una iniciativa insigne de nuestro sistema de salud, el Programa del Médico y enfermera de la familia, que convirtió la promoción y prevención de salud en una de las piedras angulares de nuestro sistema sanitario.
Este programa, fruto de la iniciativa del líder histórico de la revolución cubana, Fidel Castro, ha contribuido a brindar una atención más satisfactoria y personalizada, pues desde la comunidad cada profesional de la salud vela por sus pobladores.
Detrás de esos indicadores de salud que nos distinguen a nivel internacional, como la baja tasa de mortalidad infantil, están el médico y la enfermera de la familia.
No solo en sus consultorios, sino que hasta las casas de los pobladores de la comunidad acuden estos profesionales para brindar atención médica y mantener un monitoreo constante de embarazadas, niños, adultos mayores y personas con determinadas dolencias.
De hecho ha posibilitado la captación temprana de más de 95% de las mujeres embarazadas antes de las 12 semanas de gestación, lo que ha permitido elevar la calidad de la atención prenatal.
A lo largo de más de tres décadas se ha mantenido este modelo de medicina familiar, que con sus altas y sus bajas, ha apoyado importantes campañas de salud en el país como las de vacunación, que se desarrollan sistemáticamente y que han permitido la erradicación de algunas dolencias y que otras no constituyan un problema de salud.
Asimismo, ha sido decisiva la participación de sus integrantes en la educación sexual de los jóvenes de su comunidad y en la promoción de la medicina natural y tradicional.
Hoy las autoridades sanitarias reactivan y perfeccionan este programa, que ha demostrado su valía a lo largo de los años. Con este fin se han realizado acciones constructivas en MIL 300 consultorios, que se extenderán en los meses venideros a otros inmuebles de este tipo.
El médico y la enfermera de la familia tienen un papel importante en la solución de los problemas médicos, de ahí la importancia de esta iniciativa que llevan adelante profesionales comprometidos y con un gran sentido humanista.
El modelo de medicina familiar de Cuba, que por sus resultados es un referente para el mundo, se renueva constantemente para hacer frente a nuevos retos y continuar brindando una adecuada atención a cada miembro de la comunidad.