Por María Josefina Arce.

El líder mapuche Facundo Jones Huala se encuentra desde hace una semana en huelga de hambre en la cárcel de Temuco, Chile. Fue condenado por supuestos delitos de incendio y tenencia ilegal de armas. La defensa alega que hubo irregularidades en la presentación de las pruebas.

Sucesos como estos se repiten hasta la saciedad en el país sudamericano, donde históricamente el pueblo mapuche ha sido perseguido y despojado de sus tierras.

Durante la dictadura de Augusto Pinochet se creó la ley Antiterrorista, que limita los derechos y otorga procedimientos más duros a quienes sean investigados y condenados. Esta ley comenzó a implementarse contra los mapuches desde el año 2001.

Toda una trama de mentiras se ha urdido contra esa comunidad para justificar su criminalización y la usurpación de lo que por derecho le pertenece.

Operativos especiales tras la fabricación de pruebas se han desarrollado contra los mapuches como la conocida acción Huracán, en la que los Carabineros manipularon y crearon evidencias para incriminar en delitos terroristas a un grupo de mapuches inocentes.

Junto a Huracán también se fabricaba la Operación Andes, entre ambas creaban un escenario subversivo mapuche afincado en territorio chileno y argentino. A estos se suma el asesinato de más de una decena de dirigentes de esa comunidad en los últimos años.

Uno de los casos más connotados fue el del joven Camilo Castrillanca, muerto de un balazo mientras se trasladaba en un tractor, junto a un niño de 15 años.

Aquí también se manipularon pruebas, se quiso vender la idea de un Castrillanca ladrón de autos, al tiempo que miembros de los carabineros borraron las imágenes grabadas de los sucesos.

El sitio digital CIPER apunta que lo cierto es que un informe de Inteligencia revela que ya Catrillanca estaba en la mira policial desde mediados de 2017, a quien identificó como un líder de la Alianza Territorial Mapuche, una de las organizaciones a las que apunta Carabineros como responsable de la violencia en La Araucanía.

CIPER, que accedió a ese informe de Inteligencia, señala que en él también se identifica a varios niños y adolescentes mapuche como objetos de seguimiento. Estos hechos no son nada extraños en Chile, pues durante siglos se ha ido contra los mapuches e incluso más del sesenta por ciento de los jóvenes y niños consideran que en el país se discrimina a ese pueblo originario.