Por María Josefina Arce.
La inmediata respuesta de las autoridades, instituciones y organismos del estado y la amplia solidaridad con los damnificados han sido dos elementos esenciales para avanzar en la recuperación de los estragos causados por el tornado que el pasado 27 de enero afectó a cinco municipios de La Habana.
No fue necesario el llamado a acudir en ayuda de las familias afectadas, los cubanos se volcaron de lleno a las labores de saneamiento y a la recogida de donativos de ropa, comida, y otros enseres para los afectados.
Precisamente en su comparecencia en el programa televisivo Mesa Redonda, el presidente cubano, Miguel Díaz Canel, reconoció a todos los protagonistas de la recuperación en la capital, al tiempo que destacó la solidaridad de los propios cubanos y sus instituciones, pero también la de otros países, organizaciones internacionales, entidades y empresas extranjeras en el país.
La realidad es que en los municipios afectados por el evento meteorológico ha sido intensa la actividad por estos días, jóvenes estudiantes, deportistas, artistas y pueblo en general no han descansado para llevar un poco de alivio a aquellos que sufrieron los embates del tornado.
De acuerdo con el ministro de la Construcción René Mesa, el tornado provocó más de 500 derrumbes totales y 757 parciales, además de afectaciones en techos, tanques de agua, paredes y otros elementos de las viviendas.
No ha sido raro ver a brigadas de la Unión Eléctrica y de la empresa de telecomunicaciones de otras provincias trabajando durante incontables horas hombro con hombro con sus colegas habaneros.
A once días del lamentable suceso el servicio eléctrico está restablecido en su totalidad y casi por completo el de la telefonía fija, en tanto se prosigue la entrega de materiales de construcción a los damnificados y se acondicionan locales para quienes perdieron su vivienda.
De hecho como se informó en el programa televisivo más de 900 familias han recibido materiales y los trámites se han ido agilizando, al tiempo que ya fueron resueltos 289 casos, cifra que aumentará de manera paulatina.
El trabajo es y será intenso, pero reconforta la atención brindada por las autoridades que no han dejado de estar presentes en los lugares afectados y de mantener un continuo diálogo con el pueblo para conocer sus necesidades.
Desde el presidente cubano hasta los distintos ministros han escuchado a los afectados y aunque han reiterado que hay que tener paciencia por los grandes destrozos causados por el tornado, han transmitido la seguridad de que nadie quedará desamparado y olvidado.
Y con esa tranquilidad de que cada cubano cuenta se continúa el trabajo de recuperación, que como dijo el presidente Miguel Díaz Canel seguirá siendo intenso durante meses, pero con la certeza de que, a pesar de las afectaciones, La Habana tendrá su aniversario 500 como estaba previsto.