Por: María Josefina Arce

Incansablemente se labora en la recuperación en los cinco municipios de La Habana, afectados por el devastador paso de un tornado el 27 de enero. No se ha dejado de trabajar en un solo momento y ya son palpables los avances en la capital cubana.

Cuantiosos fueron los daños causados por el evento meteorológico, que dejó a muchas familias habaneras sin viviendas. Pero la inmediata respuesta y constante atención de las autoridades ha posibilitado que hoy esas personas levanten nuevamente sus hogares.

El tornado provocó casi ocho mil afectaciones en las casas, incluyendo 752 derrumbes totales tras su paso por los municipios Diez de Octubre, Guanabacoa, Regla, Cerro y Habana del Este, los tres primeros los más golpeados.

Unos cuatro mil constructores de distintos organismos ayudan a los damnificados, al tiempo que trabajan en locales para convertirlos en viviendas.

De acuerdo con las autoridades, se habilitarán 804 viviendas, 52 más que los derrumbes totales ocasionados por el tornado, a partir de que algunas familias no tenían las condiciones requeridas.

Pero las autoridades también laboran por entregar los bienes necesarios a las personas que lo perdieron todo. Un esfuerzo al que desde el inicio se sumaron ciudadanos cubanos y extranjeros residentes en el país.

Destaca la actividad desplegada por incontables jóvenes que desde un inicio marcharon a las zonas afectadas para brindar su ayuda en las labores de saneamiento.

También han tenido una destacada participación en la recogida en sus centros de estudio y trabajo de donativos de ropa, productos de aseo, comida y otros insumos para los afectados por el tornado.

Naciones como Venezuela y Bolivia manifestaron su solidaridad con el envío de una invaluable ayuda, mientras la ONU realizó un donativo de más de 14 millones de dólares para dar solución a las principales necesidades humanitarias como la salud, agua, saneamiento e higiene, seguridad alimentaria, educación y vivienda en los cinco municipios de La Habana que sufrieron los principales daños del tornado.

El trabajo no se detiene y continuará hasta que, como afirmara el presidente cubano, Miguel Diaz Canel, estén solucionados todos los problemas, pues es principio de la revolución no dejar a nadie abandonado.

En ese sentido, afirmó que solo en una sociedad humanista y con alto sentido de la justicia social como la cubana, pueden enfrentarse en tan corto tiempo tantos daños, algo imposible bajo el egoísmo y las prácticas neoliberales.