Por María Josefina Arce.
Mientras Venezuela lucha por su soberanía ante la injerencia de Estados Unidos y su total apoyo a la derecha, Nicaragua también libra su propia batalla por mantener los logros de la revolución sandinista y preservar la paz.
Desde abril de 2018 la oposición nicaragüense, respaldada igualmente por la reacción latinoamericana y Washington, ha intentado desestabilizar al gobierno constitucional del presidente Daniel Ortega.
Una propuesta de reforma al seguro social fue el pretexto utilizado por la derecha para desatar actos de violencia, que se saldaron con víctimas fatales entre la población civil, saqueos de diversas instituciones, entre ellas de salud, bloqueo de las vías y asalto al transporte público.
Las autoridades llamaron en diversas ocasiones al diálogo y aunque finalmente se acudió a la mesa de negociaciones, el sector opositor solo se centró en pedir la renuncia del gobierno, elegido por amplia mayoría en los comicios de 2016.
Carlos Fonseca Terán, directivo de la secretaría de Relaciones Internacionales del Frente Sandinista de Liberación Nacional, en declaraciones a la agencia noticiosa Prensa Latina resumió aquellas fallidas conversaciones por la actitud asumida por oposición.
“La derecha no negoció, lo apostaron todo a la violencia, a la deposición del gobierno elegido por el voto popular”, afirmó el dirigente sandinista..
Pero las autoridades han reiterado que continuarán trabajando por el bien de todos los ciudadanos, en especial de los más humildes, beneficiados por programas sociales puestos en marcha por el Frente Sandinista de Liberación Nacional en la última década.
De ahí que este miércoles se reiniciará el dialogo con el sector empresarial, con la Iglesia Católica en el papel de testigo, aunque en otras condiciones, pues el golpe de estado contra el gobierno no prosperó y Nicaragua se ha ido recuperando, a pesar de las constantes campañas mediáticas que distorsionan la realidad nacional
“Pienso que retomar la senda del dialogo es un factor más que contribuye a la estabilización del país en la que el gobierno viene trabajando tras la derrota del golpe”, señaló Carlos Fonseca.
Las autoridades sandinistas han apostado por el diálogo y el entendimiento para todos juntos hallar soluciones a los problemas de la nación centroamericana y sobre todo preservar la paz, esencial para continuar avanzando en el desarrollo de Nicaragua y en un mayor bienestar de sus ciudadanos.