Por: María Josefina Arce
El acceso al agua potable y al saneamiento está contemplado en los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030, una meta que la humanidad está todavía lejos de alcanzar. De acuerdo con un informe de la ONU, más de dos MIL millones de personas en el mundo ven cercenado ese derecho humano fundamental para la vida.
Como consecuencia anualmente en el planeta más de un millón de niños menores de cinco años mueren por enfermedades ocasionadas por la falta de acceso al agua limpia y segura y al saneamiento.
La nueva Constitución de Cuba, aprobada por el pueblo en el referendo del pasado 24 de febrero, mantiene el derecho de cada ciudadano del país al preciado líquido, que además está validado en la Ley de Aguas, en vigor desde febrero de 2017.
En la actualidad se realizan importantes obras encaminadas a que ese recurso natural llegue a cada cubano, en una muestra más de la voluntad hidráulica del país, puesta en marcha desde el triunfo mismo de la revolución en enero de 1959.
De hecho anualmente en Cuba se destinan más de 400 millones de pesos en inversiones para el sector agua, que también recibe el apoyo de otras naciones y agencias internacionales.
Es así que las 15 capitales provinciales del archipiélago se benefician con proyectos de financiamiento externo que complementan la prioridad del presupuesto del estado para mejorar el acceso al agua potable, el saneamiento y disminuir cargas contaminantes.
La información se conoció en la Convención CUBAGUA 2019, que cerrará sus puestas este 22 de marzo, Día Internacional del Agua, y que ha contado con la presencia de especialistas de varias naciones.
El ingeniero Ricardo Limias, director general de Desarrollo de Infraestructura del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos, afirmó que con las inversiones que se llevan a cabo cada año, incluidos esos aportes externos, se beneficia una gran cantidad de ciudadanos de las distintas provincias de la Mayor de las Antillas.
Entre las acciones que se ejecutan a corto, mediano y largo plazo para mejorar el acceso al agua y al saneamiento, destaca el trasvase Este-Oeste que se realiza en el oriente del país, un proyecto estratégico destinado al desarrollo económico y social para esa región.
Esta monumental obra busca mitigar los efectos de la sequía y asegurar el suministro de agua a la población e incrementar las zonas agrícolas beneficiadas por el riego.
En La Habana en estos momentos también se acomete un proyecto de gran impacto social. La conductora de agua Palatino-Prado-Malecón beneficiará a unos 91 MIL habaneros y posibilitará una gestión más racional y eficiente del vital líquido.
Cuba trabaja intensamente para garantizar a cada cubano un derecho humano fundamental como es el acceso al agua potable y al saneamiento, un esfuerzo que es reconocido y apoyado por organismos y agencias internacionales.