Por: María Josefina Arce

Ante la amenaza del cambio climático y la gran vulnerabilidad de Cuba por su condición insular, las autoridades, junto a científicos y especialistas de diversas ramas, conformaron la Tarea Vida, que aprobada en abril de 2017 busca minimizar los efectos de ese fenómeno.

A dos años de su articulación la iniciativa ya exhibe resultados palpables. En 2018 por ejemplo, se concluyeron 23 proyectos de investigación con notables impactos en el plano ambiental, social y económico.

En las provincias de Pinar del Río y Cienfuegos se culminaron siete estudios de peligro, vulnerabilidad y riesgo, que según afirman las autoridades son una herramienta para el aumento de la producción pecuaria y la seguridad alimentaria.

Asimismo, se avanzó en el mantenimiento y recuperación de las playas arenosas, el uso eficiente del agua, rescate de las poblaciones de manglares, reforestación y el elevamiento de la percepción de riesgo de la población.

Precisamente en ese último aspecto y para preparar a los ciudadanos, la Tarea Vida se ve apoyada por el ejercicio Meteoro, que cada año desde 1986 se realiza en Cuba ante la llegada de la temporada ciclónica.

El cambio climático trae aparejado inundaciones, sequías y la ocurrencia de eventos meteorológicos de gran intensidad como los huracanes, que cada año desde junio a noviembre constituyen una amenaza para las naciones del Caribe.

Cuba, en su condición de país caribeño, no ha escapado a esos fenómenos y ha sido afectada por fuertes huracanes como el Irma que alcanzó la categoría cinco en la escala Safir Simpson y arrasó en 2017 en su paso por el Caribe.

Las provincias más afectadas por este evento fueron Camaguey, Ciego de Avila, Santi Spíritus y Villa Clara, aunque también sufrieron daños Guantánamo, Holguin, Las Tunas, Cienfuegos, Mayabeque, Matanzas y La Habana.

De ahí que el ejercicio Meteoro, que se desarrolla este fin de semana y en el que participan diversos sectores, tenga una gran importancia ante la ocurrencia de fenómenos meteorológicos de mayor fuerza debido al cambio climático.

La jornada de domingo hace especial énfasis en acciones para afrontar riesgos de calamidades y la disminución de vulnerabilidades, con la participación de las entidades y la población.

Asimismo se busca la preservación de los recursos de la economía ante el impacto de los fenómenos naturales o tecnológicos, por efectos del cambio climático, y en la capacitación de los integrantes de las comisiones de protección del pueblo y de los grupos de evaluación de daños.

Esta experiencia ha posibilitado que Cuba sea capaz de minimizar las pérdidas de vidas y de los recursos con que cuenta el país, además de que la población esté mejor preparada y tenga un mayor conocimiento del reto al que nos enfrentamos y una mejor comprensión de que la articulación de la Tarea Vida, en la que también participan diversos sectores, es un imperativo y una estrategia a seguir para el enfrentamiento al cambio climático.