Por: María Josefina Arce
El último informe mundial de la ONU sobre las drogas no es nada alentador. La producción de estupefacientes ha crecido un 50 por ciento, mientras que se ha incrementado el número de muertes relacionadas con la drogadicción, al contabilizarse 585 mil fallecimientos por esa causa en 2017.
El documento destaca el aumento de consumidores, representados en un 5,5 % de la población mundial de entre 15 y 64 años o sea, unos 271 millones de personas, 30 por ciento más que en 2009.
En medio de esta panorama Cuba proriza la lucha contra el narcotráfico, un fenómeno al que no escapa dada su posición geográfica, que la sitúa en una de las principales rutas entre los países productores y el primer consumidor del mundo: Estados Unidos.
El desarrollo del turismo y la diversificación de las relaciones comerciales también trae aparejado intentos por introducir espefacientes, destinados al mercado interno o como vía de tránsito hacia otras naciones.
La Mayor de las Antillas experimentó, de enero a mayo de este año, un ligero incremento de los casos de tráfico de drogas, al ser detectados 12 incidentes en los cuales se intentó vulnerar la frontera, tres más que en igual período de 2018.
De ahí que la Aduana General de la República no escatime esfuerzos por preservar la seguridad nacional. Nelson Cordovés, jefe de ese organismo, afirmó que la política de Tolerancia Cero no es un lema, y que esa entidad presta especial importancia en la preparación de las fuerzas para enfrentar el tráfico de ese y otros ilícitos en frontera, en todas sus categorías y formas.
El canciller cubano, Bruno Rodríguez, ha destacado que los resultados de nuestro país en la prevención y enfrentamiento al narcotráfico y lavado de dinero, y en la cooperación internacional para enfrentar este flagelo evidencian la voluntad política del Estado.
Cuba ha firmado acuerdos de cooperación en materia de lucha contra el tráfico ilícito de drogas y sustancias psicotrópicas con más de una treintena de países y mantiene acuerdos de Asistencia Jurídica con cerca de 50 estados.
De igual forma, la Jefatura de Tropas Guardafronteras tiene un sostenido intercambio de información a tiempo real con servicios antidrogas del área, y desarrolla investigaciones para asegurar los elementos de pruebas necesarios y solicitar mediante la cooperación operacional, la extradición y enjuiciamiento penal de cubanos radicados en el exterior que promueven esas operaciones, de manera que no queden impunes.
Además la nación forma parte del Mecanismo de Coordinación y Cooperaciónen materia de Drogas entre la Unión Europea y América Latina y el Caribe.
En el plano interno las autoridades cubanas aplican un concepto integral, ya que no solo está suscrito a lo penal, sino que se desarrollan acciones de prevención en barrios, centros laborales y de enseñanza para alertar a toda la población, especialmente a los jóvenes, principales víctimas de este flagelo.
La estrategia preventiva y de enfrentamiento integral al tráfico de drogas en Cuba ha permitido que este fenómeno no constituya una amenaza a la seguridad del país o un problema de salud pública.
Diversos organismos internacionales han reconocido el compromiso de Cuba en aras de lograr una sociedad lbre de drogas ilícitas, como elemento vital para alcanzar un desarrollo sostenible y el bienestar de nuestro pueblo.