Por: Pedro Martínez Pírez
La triste noticia del fallecimiento en La Habana del Cardenal Jaime Ortega Alamino, me sorprendió en Ecuador el día en que celebrábamos en nuestra Embajada en Quito el aniversario 66 de los asaltos a los cuarteles Moncada, de Santiago de Cuba, y Carlos Manuel de Céspedes, de Bayamo.
Una extraordinaria coincidencia histórica porque el fallecimiento se produjo, como los asaltos revolucionarios, en horas de la madrugada del 26 de Julio.
Leí con tristeza la nota publicada ese día por el periódico Granma: "Ha fallecido su Eminencia Reverendísima Jaime Lucas Cardenal Jaime Ortega Alamino, Arzobispo Emérito de San Cristóbal de La Habana.
Recordé en Quito cuando me pidieron presentar en la televisión cubana a Jaime Ortega en la víspera de la visita pastoral a Cuba del Papa Juan Pablo II, realizada del 21 al 25 de enero de 1998, algo que me permitió después narrar para la televisión y Radio Habana Cuba, las cuatro misas celebradas por el Papa polaco en las ciudades de Santa Clara, Camagüey, Santiago de Cuba y La Habana.
Por ese trabajo periodístico recibí en la Nunciatura Apóstolica la Moneda Conmemorativa de la visita del Papa y tuve también el inolvidable honor de compartir con el colega Julio García Luis la comparecencia por la televisión cubana del Presidente Fidel Castro para hacer un balance de la histórica visita de Juan Pablo II a Cuba.
Prohibido olvidar al Cardenal Jaime Ortega Alamino, quien fue, y es, un gran cubano.