Por María Josefina Arce
Desde que en diciembre de 2016 se puso oficialmente fin a la denominada Postura Común de la Unión Europea contra Cuba, asumida por presiones de Estados Unidos en la década del noventa del siglo pasado, el bloque europeo y la nación caribeña han mantenido una fructífera relación.
De hecho, años antes la Mayor de las Antillas y varios de los países miembros de la UE habían retomado sus vínculos económicos y
comerciales y la denominada Posición Común quedó convertida en algo carente de sentido.
Numerosos han sido en la última década los intercambios y encuentros bilaterales, al tiempo que la Unión Europea ha destinado más de 200 millones de euros para apoyar el desarrollo de Cuba.
Tres sectores a los que las autoridades cubanas dedican una especial atención han recibido el apoyo del mecanismo europeo: la agricultura sostenible y seguridad alimentaria, el medio ambiente y cambio climático, y la modernización del país.
Y precisamente en un paso más en el camino de la cooperación entre ambas partes, esta semana fue suscrito en La Habana un programa para apoyar en nuestro territorio el desarrollo de sistemas alimentarios resilientes y sostenibles.
La iniciativa, que está acompañada por la FAO, Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, se desarrollará
hasta el 2025 en seis municipios de Sancti Spíritus y Villa Clara, y a nivel central, con un monto total de 19 millones 950 mil euros.
El proyecto busca incrementar de forma sostenible la producción de alimentos de calidad para responder a la demanda local, específicamente mediante la aplicación de enfoques innovadores, ambientales y resilientes al clima.
El representante de la FAO en Cuba, Marcelo Resende, afirmó que el programa ayudará a garantizar el derecho de las personas a la
alimentación sana, una prioridad del gobierno revolucionario y que se reconoce en la nueva Constitución de Cuba, en vigor desde abril de
este año.
El acuerdo suscrito confirma la afirmación en septiembre pasado en La Habana de Federica Mogherini, Alta Representante de la Unión Europea para los Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, quien aseguró que Europa está muy comprometida con el desarrollo en América Latina y el Caribe, y en especial, con Cuba.