Por: María Josefina Arce
Aunque por décadas han intentado tergiversar los vínculos de Cuba con su emigración, lo cierto es que fortalecerlos y ampliarlos ha estado siempre en el centro de atención de las autoridades cubanas.
Por supuesto que las relaciones han estado marcadas por la características y actitud de esa emigración hacia su país de nacimiento, y sobre todo, por la preservación de nuestra soberanía, independencia y los logros en importantes esferas del pueblo cubano, que son reconocidos a nivel internacional.
Recordemos que al triunfo revolucionario muchas de las personas que emigraron a Estados Unidos eran testaferros de la sangrienta dictadura de Fulgencio Batista y representantes de la oligarquía que mantenían estrechos nexos con ese régimen entreguista.
El paso de los años fue cambiando la naturaleza de esa emigración y muchos decidieron mantener contacto con la tierra en que nacieron y con amigos y familias. Se abría el camino para que ambas partes mantuvieran lazos cordiales.
En la década del 70 del siglo pasado muchos jóvenes cubanos que fueron llevados de niños por su familia a Estados Unidos regresarían de visita a su Patria y conformarían después la Brigada Antonio Maceo, que durante 42 años ha desarrollado acciones a favor del pueblo cubano y de condena contra el bloqueo norteamericano.
También por esa época se celebraría en La Habana el llamado Diálogo del 78, que reuniría en la capital cubana a más de cien cubanos residentes en Estados Unidos, Puerto Rico y México.
Atrás iban quedando los años de desencuentros por la hostilidad hacia la revolución y su pueblo de una pàrte de los emigrados de la década del sesenta. Se produciría un acercamiento que ha sido cada vez más fuerte e irreversible.
Desde finales del siglo pasado hasta la fecha se han celebrado varias ediciones de las conferencias La Nación y la Emigración y otros encuentros temáticos.
La representación cubana a los debates de la ONU en Nueva York también ha mantenido fraternales reuniones con sus connaciones residentes en territorio estadounidense.
Ese es el caso del presidente cubano, Miguel Díaz Canel, quien durante su viaje a Nueva York en septiembre del pasado año recibió una calida acogida de los emigrados cubanos, a quienes manfiestó“Contamos con ustedes. Somos Cuba”.
Y así se ha buscado su total integración. Una muestra de ello fue su participación en la consulta popular sobre la nueva Constitución, que rige los destinos de la nación desde abril pasado.
Ahora desde este viernes y hasta el día 20 tendrá lugar en México el Cuarto Encuentro de Cubanos Residentes en América Latina y el Caribe, que contará con la asistencia de cubanos que viven Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, El Salvador y Guatemala, entre otras naciones del área.
Fraternal, pero respetuosa es la relación que existe entre Cuba y su émigraciṕn, en la que prima el compromiso de defender nuestra nación e identidad cultural, movidos siempre por el ideario del Heŕoe Nacional, José Martí, y el líder histórico de la revolución cubana, Fidel Castro.