Por: Roberto Morejón

Cuando miles de cubanos arrojaron flores a mares y ríos en recordación de Camilo Cienfuegos Gorriarán por el aniversario 60 de su desaparición física, pensaron en el valor, tenacidad, ingenio y capacidad de resistencia del héroe guerrillero.

Esos atributos del adalid de la liberación del central poblado de Yaguajay durante la insurrección, constituyen un baluarte del pueblo cubano, sobre todo hoy, ante el feroz acoso de la administración estadounidense.

Camilo Cienfuegos trabajó en el país norteño y conoció de la explotación de la mano de obra latina, una enseñanza que forjó su temple revolucionario.

Además de curtirse en manifestaciones estudiantiles en Cuba contra la dictadura de Fulgencio Batista e incluso durante un apresamiento por los esbirros, Camilo Cienfuegos bebió de las enseñanzas de líderes como Fidel Castro y Ernesto Guevara, entre otros, durante la lucha armada en las montañas.

Aunque solo alcanzó a vivir hasta octubre de mil 959 al fallecer en un accidente aéreo, el también conocido como Señor de la Vanguardia hizo gala de su condición de prestigioso combatiente y dirigente de la revolución popular.

Llamativamente, Che Guevara calificó a Camilo como el compañero de cien batallas y el hombre de confianza de Fidel.

Para el pueblo fue admirable el amor por la familia, la patria y su comportamiento alegre aun en los momentos de mayor tensión.

Expedicionario del yate Granma y uno de los más notables integrantes de las fuerzas rebeldes de la Sierra Maestra, Camilo Cienfuegos se erigió en un guía unido a las bases, carismático y receptivo.

A pesar de su corta vida, dejó un enorme legado a partir de su valor, destreza y lucidez como estratega.

Su último discurso el 26 de octubre de mil 959 tiene una actualidad asombrosa.

“El Hombre del sombrero alón” dijo ante un mar de pueblo frente al palacio de la revolución en La Habana: “Tan alta como la Sierra Maestra es hoy la vergüenza, la dignidad y el valor del pueblo de Cuba”.

Con esos principios los cubanos de hoy robustecen su resistencia ante el empuje genocida de la administración estadounidense, empeñada en cortarle alternativas de financiamiento, combustible, fármacos y alimentos.

En medio de limitaciones materiales a causa del bloqueo agudizado, los cubanos tienen en la herencia moral de Cienfuegos Gorriarán una fuente inagotable de ilustración para sobreponerse a las adversidades presentes. FIN