Por María Josefina Arce.
Uruguay entró en un compás de espera por los resultados definitivos de la segunda ronda electoral efectuada este domingo, ante la mínima diferencia entre los dos candidatos a la presidencia de la nación sudamericana, lo que impide declarar un ganador.
Después de escrutado el ciento por ciento de los votos, al derechista Luis Lacalle Pou, del Partido Nacional, y a Daniel Martínez, del gubernamental Frente Amplio, solo los separan 30 mil sufragios.
De acuerdo con las informaciones, el primer conteo dio 48,71% de los sufragios a Lacalle Pou y 47,51% a Martínez, por lo que habrá que esperar por el escrutinio de los llamados votos observados o dudosos.
Este témino es aplicable cuando los electores sufragan en circuitos que no les corresponden o no figuran en el padrón, en este caso se encuentran unas 35.000 papeletas
Este martes la Corte Electoral iniciará el tradicional recuento de votos, cuyos resultados pueden ser dados a conocer el próximo viernes.
No obstante, el candidato de la izquierda no lo tiene nada fácil porque necesita el 91 por ciento de los llamados votos observados, según la consultora Enia, que analiza las estadísticas de la votación.
Martínez fue el candidato más votado en la primera vuelta del pasado 27 de octubre, con casi el 40 por ciento de los sufragios, once más que Lacalle Pou, pero también once por ciento menos que los necesarios para imponerse y evitar el balotaje.
Esto hizo sonar la alarma para el Frente Amplio, pues la cifra obtenida en las urnas era significativamente inferior al casi 48 por ciento que logró hace cinco años.
Sin embargo, lo ajustado de la votación muestra que a pesar de las alianzas del Partido Nacional con otras organizaciones como Cabildo Abierto, la gran sorpresa de los comicios, liderada por el ex militar Guido Manini Ríos, y que tiene un gran apoyo entre los uniformados, el Frente Amplio todavía cuenta con gran aceptación entre los uruguayos.
La jornada de este domingo ha sido, afirman los especialistas, un vuelco totalmente inesperado, pues hasta último momento las encuestas daban por seguro la victoria con ventaja de la derecha.
Para muchos incidió en estos resultados un video precisamente de Manini Ríos, quien violó el pasado jueves la veda electoral para pedir el voto de los militares que no tuvo buena acogida por el electorado, a lo que se suma, manifiestan, la casi masiva asistencia a las urnas de los uruguayos residentes en el exterior.
Ahora solo cabe esperar. Los resultados definitivos dirán si los uruguayos quieren un cambio de rumbo a la derecha, conocida por sus políticas neoliberales, o prefieren la continuidad en el poder de un partido que durante 15 años al frente del gobierno ha trabajado por los más humildes y disminuyó la pobreza de un 40 por ciento a menos de ocho.