Por María Josefina Arce
Las emblemáticas Madres de Plaza de Mayo, apoyadas por cientos de argentinos, protagonizaron la trigésimo primera y última Marcha de la Resistencia para despedir el neoliberalismo impuesto por el saliente presidente Mauricio Macri y que ha ahondado las diferencias sociales en la nación sudamericana.
El amor pudo más que el odio fue la consigna que presidió la vigilia de 24 horas que puso fin a estas marchas, iniciadas en la década del 80 del siglo pasado por estas mujeres en la incesante búsqueda de sus hijos desaparecidos durante la dictadura militar.
En 2006, en reconocimiento al entonces presidente Néstor Kirchner, se suspendió este movimiento que, volvió a tomar fuerza el 10 de diciembre de 2015, durante el primer día de gobierno de Mauricio Macri.
Ahora Madres de Plaza de Mayo, con su destacada presidenta Hebe de Bonafini, de casi 90 años, no quisieron dejar pasar por alto la ocasión para recordarle al saliente presidente el daño causado al país y a la mayoría de los ciudadanos.
Desde que Macri llegó al poder los argentinos vieron empeorar sus condiciones de vida. Constantes alzas de los precios de los servicios básicos como el agua, la electricidad y el gas pasaron a formar parte de la cotidianeidad de la sociedad.
A esto se sumó la ola de despidos. El desempleo en Argentina llegó en 2019 a un 10,6 por ciento, con más de dos millones de personas sin trabajo, la cifra más alta de los últimos 14 años.
La falta de empleo, asociada a la grave situación económica, impactó con mayor fuerza entre las mujeres, al contabilizar un 23, 4 por ciento.
Asimismo, la pobreza en el país sudamericano se elevó a 35, 4 por ciento y la indigencia a casi 8 por ciento. Encuestas de opinión revelan que desde que Macri asumió el poder hay cerca de cinco millones de nuevos pobres.
La situación se tornó más grave con el retorno a la nación del FMI, Fondo Monetario Internacional, y sus conocidas políticas de ajuste que solo traen aparejadas un empeoramiento de la calidad de vida de los ciudadanos.
Todo eso denunciaron Madres de Plaza de Mayo en su última Marcha de la Resistencia, que tuvo además un nuevo objetivo, celebrar la victoria popular en las urnas y que, como afirmaron, a pesar de todo el daño que le han hecho a la Patria nunca pudieron robarles la alegría: las plazas, las calles, la solidaridad, el amor y la fuerza para seguir luchando.