Por María Josefina Arce.
En los últimos años China y América Latina y el Caribe han consolidado sus lazos comerciales y de cooperación, en un esfuerzo por fortalecer sus economías y avanzar en conjunto hacia un futuro próspero y sostenible.
El comercio bilateral está creciendo velozmente y el interés es que esa proyección se mantenga en los próximos años, por lo que se busca una diversificación de las exportaciones latinoamericanas.
El pasado año el intercambio comercial superó los 307.000 millones de dólares y hoy China es el segundo socio comercial de América Latina y el Caribe.
Las inversiones del gigante asiático en esta zona también se han multiplicado y hoy son visibles en naciones latinoamericanas y caribeñas como Cuba, Brasil y Chile en importantes áreas como el transporte y la energía.
En la actualidad más de 2.000 empresas chinas están presentes en la región, lo que ha favorecido la creación de cerca de dos millones de empleos locales.
Constante es el diálogo entre ambas partes para continuar explorando las amplias potencialidades existentes. En ese camino se inscribe la Décimo Tercera Cumbre Empresarial, que desde el pasado lunes hasta este viernes sesiona en Panamá.
Unas MIL empresas, 600 latinoamericanas y 400 chinas , participaron en el encuentro, que reconoció a la Iniciativa de la Franja y la Ruta de la Seda como una guía para impulsar los nexos bilaterales.
Esta iniciativa, puesta en marcha por Beiying en 2013, se ha convertido en una de las plataformas más prometedoras para la cooperación internacional, con beneficios compartidos.
Tiene como objetivo construir una red de comercio e infraestructura que conecte a Asia con Europa, Africa y otras regiones del planeta, a lo largo de las antiguas vías comerciales de la Ruta de la Seda para buscar el desarrollo y prosperidad comunes.
Cuba ha manifestado que es esta una iniciativa de futuro, con grandes perspectivas para todos los pueblos que forman parte de ella, pues brinda la posibilidad de alcanzar el desarrollo mutuo en un ambiente alejado de la política neoliberal y agresiva del imperialismo.
Durante el encuentro en Panamá manifestó China su interés de emprender nuevas inversiones en infraestructura en América Latina y el Caribe que ayuden a reducir los costos logísticos.
El foro ha sido un importante punto de encuentro para generar nuevos negocios, fomentar las exportaciones, así como también la inversión del gigante asiático.
Tanto China como América Latina y el Caribe buscan profundizar aún más una beneficiosa cooperación, que ha estado sustentada en la reciprocidad comercial y el respeto en sus relaciones políticas y comerciales.