Por Pedro Martínez Pírez
La Habana fue el pasado fin de semana la sede de la XVII Cumbre del ALBA-TCP, foro multilateral fundado hace quince años por los Comandantes Hugo Chávez y Fidel Castro, con el objetivo de unir e integrar a las naciones de Nuestra América.
En esta Cumbre participaron los presidentes de Cuba, Nicaragua y Venezuela, el Primer Ministro de San Vicente y las Granadinas, y representantes de la Mancomunidad de Dominicana, Granada, Antigua y Barbuda, Santa Lucía y Haití en calidad de invitado permanente.
El Canciller de Cuba, Bruno Rodríguez, dio lectura a la Declaración emada de la Cumbre, de 33 puntos, en los cuales se subraya que la unidad e integración regional es la única vía para enfrentar la dominación que ejercen las estructuras hegemónicas del poder mundial, y que ha dejado a nuestros pueblos en una condición histórica de subordinación y vulnerabilidad política, económica y cultural.
Se expresa en la declaración que el ALBA-TCP es el primer frente de integración genuinamente latinoamericano y caribeño, y está sustentado en principios de solidaridad, justicia social, defensa de la independencia y soberanía, autodeterminación de los pueblos, cooperación y complementaridad económica, fruto de la profunda vocación integracionista de sus miembros y de su voluntad política de avanzar todos juntos hacia el desarrollo sostenible, para satisfacer los intereses de nuestros países y pueblos.
La cumbre condenó el golpe de estado contra el gobierno constitucional de Evo Morales, en Bolivia, así como las amenazas de uso de la fuerza por el gobierno de Estados Unidos contra la República Bolivariana de Venezuela, y calificó como una violación del Derecho Internacional las amenazas y los reiterados intentos desestabilizadores contra el gobierno legítimo de Nicaragua.
Los asistentes a la Cumbre condenaron las sistemáticas acciones del gobierno de Estados Unidos para desacreditar y sabotear la cooperación internacional de presta Cuba en la esfera de la salud, en decenas de países, la cual ha beneficiado a millones de personas.
Destaca asimismo la declaración el aislamiento de Estados Unidos en la ONU, en el tema del bloqueo contra Cuba, que fue condenado en la Asamblea General por 187 países, y lamenta la decisión del gobierno de Brasil de votar junto a Estados Unidos e Israel, así como la abstención del gobierno de Colombia, lo cual confirma el secuestro de sus políticas por sectores abiertamente plegados a los intereses de Washington.
La Cumbre del ALBA-TCP celebrada en La Habana confirmó la importancia de preservar la CELAC, Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, y la calificó de mecanismo genuino para promover los intereses comunes de nuestras naciones mediante la concertación política con respeto a la diversidad. Los participantes en la Cumbre expresaron su compromiso de apoyar a México en su ejercicio de la Presidencia Pro Témpore de la CELAC.
