Por: Guillermo Alvarado

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, hizo gala de su estilo mafioso en la conducción de la política exterior, al amenazar a Irán con ataques en 52 blancos, incluidos sitios de valor cultural, si Teherán toma represalias por el asesinato del general Qasem Soleimani, víctima de un atentado terrorista en Iraq.

La cifra de 52 sitios escogidos por Trump para agredir a la nación persa viene de la cantidad de personal de la embajada estadounidense en Teherán que estuvieron retenidos durante 444 días, del 4 de noviembre de 1979 al 20 de enero de 1981.

Habrá que ver si el polémico magnate lleva adelante sus bravatas, luego del ataque con misiles realizado por Irán la pasada noche contra bases militares en Iraq, donde hay acantonados efectivos del ejército norteamericano.

Por si acaso, ya el presidente iraní, Hassan Rohani, había advertido Trump que no amenace a su país y que haría mejor en recordar las cifras 290-IR655.

Se refirió Rohani a las 290 víctimas civiles, incluidos 66 niños, fallecidas el tres de julio de 1988 durante el ataque de un barco lanzacohetes de Estados Unidos contra un avión iraní, que recién había despegado del aeropuerto internacional Bandar Abbas, con destino a Dubai.

El vuelo, identificado como IR655, recibió el impacto de dos misiles lanzados por el buque Vincennes, que patrullaba el Golfo Pérsico durante la guerra irano-iraquí, un conflicto en el cual el Pentágono apoyó directamente a Bagdad.

Washington intentó justificar este crimen con el pretexto de que el personal del buque confundió al Airbus 300, un avión grande con rumbo ascendente, con un caza ligero de combate F-14, algo prácticamente imposible hasta para un novato.

Si bien Estados Unidos debió pagar una indemnización multimillonaria por este atroz asesinato múltiple, ni el gobierno de entonces, encabezado por Ronald Reagan, ni ninguna administración posterior, presentó jamás sus excusas a la nación iraní.

En abril de 2019 el presidente Rohani se refirió a estos hechos, al responder a Washington por la decisión de declarar a los Guardianes de la Revolución como una organización terrorista.

Dijo entonces que con el derribo de un avión civil y la muerte de sus pasajeros, Estados Unidos había enviado al mundo un mensaje de terrorismo y demostrado que es capaz de cruzar cualquier límite, de matar a niños, a mujeres y viajeros inocentes sin ningún miramiento.

Luego del ataque de anoche, que Rohani calificó como una bofetada y no como la respuesta efectiva al asesinato de Suleimani, la tensión subió un poco más en esa explosiva región.

En ese contexto llama poderosamente la atención que muchos países, como Japón y algunos miembros de la Unión Europea, han dirigido mensajes al gobierno de Irán, pidiéndole contenerse y evitar crisis una mayor que pudiera desembocar en la guerra.

Sin embargo, no han hecho lo mismo con Estados Unidos, el verdadero responsable de cuanto ocurre en el Oriente Medio, no solo ahora, sino desde el final de la II Guerra Mundial, cuando sustituyó al poder británico sobre esta zona.