Por: María Josefina Arce
Los hijos traen luz y felicidad a nuestras vidas. Sin embargo, esta dicha a veces no es posible para muchos. De acuerdo con la OMS, Organización Mundial de la Salud, hay más de cincuenta millones de parejas en el planeta que son infértiles.
A esto se suma que en muchas naciones en desarrollo, por ancestrales tradiciones, una mujer puede ser repudiada si no es capaz de traer hijos al mundo.
Y estas situaciones generan angustia, dolor y en muchos casos, problemas psicológicos, que se agravan ante la imposibilidad de la mayoría de acceder a consultas y tratamientos adecuados.
Ser madre puede tener un alto costo en gran parte de los países. El tratamiento puede llegar a los cien mil dólares e incluso superar esta cifra, lo que resulta prohibitivo para gran parte de las parejas.
En Cuba, donde el estado anualmente destina de su presupuesto una alta inversión a la salud pública, las consultas para la atención para este complejo problema están al alcance de todos, a pesar de los obstáculos que impone el bloqueo norteamericano.
El humanismo, la ética y la alta preparación de los profesionales del ramo, así como el carácter gratuito y universal del sistema cubano de salud hacen que las parejas con dificultades para concebir un embarazo reciban toda la atención requerida para intentar la gestación.
El programa tiene un enfoque integral y preventivo, pues como afirman los especialistas la infertilidad no se puede abordar solo con tratamiento, sino que también hay que prevenir esta situación.
Por eso abarca desde la atención primaria, con acciones de promoción y educación en la salud y en la sexualidad, con pesquisas y búsqueda activa de aquellas parejas que tengan dificultad para la reproducción.
Las acciones efectuadas por las autoridades de salud han permitido que en 2019 se lograran en Cuba, mediante el Programa de Atención a la Pareja infértil, más de seis mil embarazos, cifra que supera en dos mil 213 a los resultados del año anterior.
A nivel nacional se contabilizan seis centros para la atención a estas personas ubicados en las provincias de Cienfuegos, Camagüey, Holguín, Santiago de Cuba y dos en La Habana, donde se emplean avanzadas técnicas de reproducción asistida.
En declaraciones a la agencia noticiosa Prensa Latina, el jefe del Departamento Materno Infantil del Ministerio de Salud, Roberto Álvarez, precisó que se trabaja a diario para que la eficacia de los procederes vinculados a la reproducción asistida sea mayor, o sea, se logren más embarazos de mujeres inseminadas en los servicios provinciales y en aquellas féminas que necesitaron de una trasferencia embrionaria en los centros de alta tecnología.
Para Cuba este tema no es solo estratégico, porque aborda las dinámicas demográficas y de natalidad, sino también de sensibilidad y humanismo, por eso le concede una gran importancia y se esfuerza por perfeccionar cada vez más el Programa de Atención a la pareja infértil.