Por: Guillermo Alvarado
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, jugó con fuego en el Oriente Medio cuando ordenó el asesinato del general iraní Qasem Soleimani, lo que le ha valido críticas no sólo en el terreno internacional, sino que también de sus propios ciudadanos
Una encuesta divulgada hace un par de días, por cierto con muy escasa publicidad, señala que el 56 por ciento de los entrevistados reprueban la política del jefe de la Casa Blanca hacia Irán y 73 de cada 100 tienen diverso grado de preocupación ante la eventualidad de que se desate una nueva guerra en esa región.
El sondeo fue realizado por la agrupación ABC News y la firma especializada Ipsos entre el 10 y 11 de enero, luego del atentado contra Soleimani y el ataque de Teherán con misiles dirigidos hacia una base iraquí, donde hay personal estadounidense.
De acuerdo con los datos, el apoyo a Trump es mayoritario entre los miembros del partido Republicano, con 87 puntos de aprobación, en tanto el 90 por ciento de los demócratas rechazan las acciones del presidente.
En la medida en que van transcurriendo los días nuevas revelaciones indican que el magnate inmobiliario ha dicho bastantes mentiras en torno a la muerte del emblemático militar iraní.
Amy Goodman, del portal Democracy Now, equipara la conducta de Donald Trump respecto a Irán con la de George W. Bush cuando inventó una sarta de embustes para justificar el ataque contra Iraq en 2003.
Goodman utiliza declaraciones del coronel Lawrence Wilkerson, quien fuera jefe de Gabinete del entonces secretario de Estado Collin Powell, y presenció cómo se urdió toda la trama para engañar a Estados Unidos y a buena parte del mundo antes de invadir al país mesopotámico.
Wilkerson aseguró que el mismo guión está aplicando ahora el presidente Trump para crear la falsa idea de que la guerra es la única opción contra las supuestas amenazas iraníes.
No hace falta recordar que el jefe de la Casa Blanca se ha mostrado como un mentiroso patológico desde que ocupó su cargo, con un oprobioso promedio de 12 falsedades por día.
El diario The Washington Post reveló que el mismo día que se asesinó a Souleimani en Bagdad, el Pentágono fracasó en un operativo similar en Yemen que tenía como propósito matar al comandante Abdul Reza Shahlai, del cuerpo de los Guardianes de la Revolución Iraní.
Quiere decir que en realidad lo que se puso en marcha no fue un plan defensivo, sino un proyecto para eliminar altos mandos iraníes, debilitar su fuerza militar y someterlos por las armas. Entre eso y la guerra no hay diferencia, lo que justifica el temor y la desconfianza del pueblo estadounidense hacia la cúpula que des-dirige el destino del país.