Por María Josefina Arce
En más de diez años de mandato el Frente Sandinista de Liberación Nacional, de Nicaragua, ha llevado adelante un programa político, económico y social en beneficio de los sectores más vulnerables de la población.
Podría pensarse después de dos lustros en un posible desgaste del gobierno que preside Daniel Ortega, pero lo cierto es que encuestas de opinión revelan que sigue consolidándose su liderazgo y mantiene el apoyo mayoritario de los nicaragüenses.
Un sondeo realizada por la firma M&R Consultores arrojó que el 55 por ciento de la población considera que el actual mandatario conduce al país por el camino correcto.
Otros medidores favorables a la gestión gubernamental indagados muestran que el 58,3 por ciento cree que el ejecutivo genera esperanza y cerca del 56 por ciento que su gestión es democrática y apegada a las leyes del país.
La realidad es que Nicaragua ha registrado en los últimos años un crecimiento económico sostenido y ha logrado reducir la pobreza, gracias a la implementación de sólidos programas sociales.
Como parte de su gestión, el Ejecutivo ha impulsado iniciativas como Hambre Cero, que promueve la producción local de alimentos, al poner en manos de las beneficiarias aves de corral y otros animales como pies de cría; y Usura Cero, que concede préstamos con bajas tasas de interés fundamentalmente a madres solteras y jefas de hogar.
También destacan Plan Techo, Merienda Escolar y Bono Productivo, créditos concedidos mayoritariamente a las mujeres pobres de las zonas rurales.
Hoy los nicaragüenses tienen acceso a la salud, a la educación, al agua potable, con un 85 por ciento de cobertura en el país, y a la energía eléctrica que llega en la actualidad al 95 por ciento de las familias.
Los analistas estiman que la población sigue dando su voto de confianza al proyecto revolucionario porque trece años atrás carecían de los derechos que hoy disfrutan a diario.
El pasado año Daniel Ortega fue calificado como uno de los mandatarios mejor evaluados de América Latina, por el desempeño de su gobierno a favor de los sectores poblacionales más humildes.
De la mano del Frente Sandinista de Liberación Nacional se ha transformado Nicaragua, en beneficio de todos sus ciudadanos, una política que el presidente Daniel Ortega busca consolidar en este 2020.