Pompeo promovió en el Caribe reelección de su asalariado Almagro en la OEA

Editado por Maite González Martínez
2020-01-24 08:43:22

Pinterest
Telegram
Linkedin
WhatsApp
Foto / El País.

Por: Roberto Morejón

El secretario norteamericano de Estado, Mike Pompeo, dejó atrás su efímera visita a Jamaica sin poder diluir la ola de críticas por sus flagrantes intentos de fomentar una escisión en el Caribe, al convocar solo a un grupo de países a una reunión con él.

El jefe de la diplomacia estadounidense concluyó en Kingston, la capital de Jamaica, un recorrido que abarcó antes a Colombia y Costa Rica, suficiente para insistir en su redundante divagación contra Cuba, Venezuela y Nicaragua.

Como es habitual en la liturgia del país del Norte, en Jamaica el antiguo jefe de la CIA reiteró sus diatribas contra los gobiernos referidos, aunque allí añadió a Rusia y China, para procurar en su auditorio rechazo a los lazos mutuamente ventajosos con esas economías.

Por el contrario, el poderoso visitante ofreció una alianza con Washington calificada de estrecha, si bien solo reiteró compromisos de seguridad y para el fomento de los negocios privados en la región.

El objetivo de Pompeo NO era abundar sobre proyectos económicos y sociales, inexistentes en su agenda, sino separar a los pequeños Estados, al abstenerse de invitar a todo el CARICOM, Comunidad del Caribe, y hacerlo solo con algunos de sus miembros.

Desde Granada hasta San Vicente y las Granadinas, pasando por Barbados y Trinidad Tobago, se escucharon, entre otras voces, los señalamientos adversos sobre un encuentro marcadamente selectivo, a tono con los intereses de la potencia del Norte.

Ocurre que Pompeo deseaba explayarse con sus calumnias, ataques y amenazas contra gobiernos negados a asumir los dictados estadounidenses.

Otro de los propósitos del jefe de la diplomacia al volar hacia Jamaica era apuntalar la imagen del autoproclamado presidente encargado de Venezuela, el opositor Juan Guaidó, después de un año de cuestionamientos que lo llevaron a enfrentar una rebelión por la directiva de la Asamblea Nacional opositora, en Caracas.

Guaidó es obra directa de Pompeo, quien perfiló la figura de un personaje egocéntrico, ambicioso y amante del show.

Junto con Guaidó, a Pompeo le interesaba captar votos a favor de su asalariado Luis Almagro, quien funge como secretario general de la OEA y busca la reelección con el respaldo, por supuesto de Washington, y el denominado Grupo de Lima.

Pompeo NO mostró en Kinsgton un interés genuino por los problemas económicos y sociales de la región y solo dejó su afiebrada arenga contra varios países de la región.

Sonó ficticio su estribillo al afirmar: “somos aliados naturales del Caribe”. Los asociados reales del área conversan en condición de igualdad con todos los países de una región.



Comentarios


Deja un comentario
Todos los campos son requeridos
No será publicado
captcha challenge
up